El Grupo Popular avanzó cuál será su actitud ante la comisión sobre el modelo autonómico impulsada por el PSOE, que pretende una reforma de la Carta Magna. Primero, escuchará a los comparecientes para, a renglón seguido, hacer un diagnóstico sobre lo que funciona y lo que hay que corregir. Si bien Rafael Hernando ya avisó de que no ve mucho que cambiar. "No he visto problemas en la Constitución, he visto soluciones", zanjó, y citó expresamente el artículo 155. Mientras, el Gobierno insistió en que, en caso de "más lío que soluciones", lo idóneo sería no abrir ese melón.
Tras las quejas de Pedro Sánchez, Mariano Rajoy aseguró que únicamente se comprometió a "hablar" sobre los posibles cambios pero no a reformar sí o sí el texto de 1978. Y a ello se acogieron sus portavoces este martes para rebajar todavía más las expectativas sobre la comisión. "Lo que no se puede uno es enfadar por lo que cree uno que creen los demás", resumió José Luis Ayllón, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. "Primero escuchas, luego diagnósticas y luego propones soluciones. Por eso no me gusta que el señor Sánchez nos apunte cuál es su posición final antes de escuchar a los comparecientes", se sumó Hernando.
Según las fuentes consultadas, los populares invitarán a la comisión a los presidentes autonómicos, a padres de la Constitución y a expertos en la materia, algunos de ellos reacios a los planes socialistas. De hecho, Hernando advirtió públicamente de que el resultado de la misma no tendría que pasar por una reforma de la Constitución. "A lo mejor no es la opinión mayoritaria y hay otras fórmulas para hacer ajustes y un modelo que sea mejor para el conjunto de los españoles", dijo. Y avanzó cuál podría ser el plan de Moncloa: el retoque de leyes orgánicas, que se aprueban por mayoría cualificada.
De hecho, el PP planea utilizar la comisión para ensalzar "los éxitos" de la Constitución. "¿Que hay aspectos mejorables? Indudablemente. Pero si alguien cree que hay que reformar a satisfacción de los que han querido destruir la Constitución y la convivencia me parece que ese no es el camino adecuado", añadió Hernando. Rajoy ya avisó de que no tocará el núcleo de la Carta Magna, que afecta a la unidad nacional y la igualdad de todos los españoles.
El plan del presidente es no cerrar la puerta a una reforma constitucional pero dejando claro que no moverá ficha hasta tener claro hacia dónde quiere ir al PSOE y comprobar los posibles apoyos. Y, en este sentido, su equipo afirmó que habrá que esperar a después de las elecciones catalanas por si las formaciones independentistas rectifican y se sientan en la mesa de negociación. "Nosotros no teníamos una reforma en nuestro programa electoral. Serán otros los que tendrán que hacer sus propuestas", remataron desde la cúpula del Grupo Popular. Según Rajoy, será "constructivo".