Mariano Rajoy hizo un último llamamiento a Carles Puigdemont. Le pidió "equilibrio" y que rectifique antes de que este jueves, a las diez de la mañana, expire el último plazo dado por el Gobierno. "Va a obligar al Gobierno a tomar decisiones que sería mejor no hacerlas nunca", subrayó en la sesión del control al Gobierno, en relación al artículo 155 de la Constitución. Podría celebrar un Consejo de Ministros extraordinario este mismo jueves y comparecer ante los medios antes de trasladarse a Bruselas –el martes conversó con Donald Tusk– para participar en el Consejo Europeo.
Así, una vez más, el presidente dejó claro que no le gustaría tener que pulsar el botón del 155 y aplicar unas medidas que el Gobierno sigue sin aclarar públicamente, aunque un sector del gabinete considera "prioritario" empezar por el control de los Mossos. En el Congreso, Rajoy aprovechó una pregunta del diputado del PDeCAT Jordi Xuclá para solicitar una vez más al líder catalán que aclare si declaró la independencia. "Hagan un esfuerzo para convencerle" y que diga que "no", le pidió a su interlocutor en la Cámara.
"Sinceramente, creo que el Gobierno ha actuado con moderación y prudencia, y se me ha criticado por eso. Deberían de darse cuenta de lo que han hecho", expuso Rajoy, que hizo hincapié en el hecho de que Puigdemont y sus socios "no dejan hablar a la oposición" en el Parlamento autonómico. "Sensatez", reclamó, para a renglón seguido ofrecer diálogo dentro de la ley en el Congreso en caso de que el líder catalán responda al requerimiento del Gobierno en los términos solicitados.
Las declaraciones de Xuclá no hacen presagiar un giro en la estrategia independentista."No se atrevan a tocar uno de nuestros tesoros más apreciados", amenazó al presidente, en relación al sistema educativo. El presidente optó por no entrar en esta cuestión después de que Ciudadanos se quedara solo el martes a la hora de defender su iniciativa en contra del adoctrinamiento en las aulas de Cataluña.
"¿Qué conocen ustedes de las competencias ejercidas durante 37 años por el Gobierno de la Generalitat para expropiarlas y ponerlas en manos de unos corregidores? ¿Van a disolver un Parlamento elegido democráticamente?", continuó el diputado independentista, que se revolvió contra las detenciones de los presidentes de la ANC y Ómnium Cultural y habló de "presos políticos".
Rivera pide claridad a Santamaría
Ante la vicepresidenta, Albert Rivera intentó sin éxito que el Gobierno explicara qué medidas va a tomar en caso de que Puigdemont no retroceda y tenga que aplicar el artículo 155. Soraya Sáenz de Santamaría le prometió que, antes de convocar el preceptivo Consejo de Ministros, será informado por el presidente, como también Pedro Sánchez. "Nosotros aplicamos siempre la Constitución y el artículo 155 es aplicar la Constitución", contestó la número dos del Ejecutivo, después de que el lunes declarara que "nadie -en relación a Puigdemont- ha tenido fácil evitar que se aplique la Constitución".
"Le pido al Gobierno que recupere la autonomía en Cataluña", zanjó Rivera, que mantuvo un discurso muy contundente. Anunció que Ciudadanos va acudir al Tribunal Constitucional para pedir amparo para sus parlamentarios en la Cámara autonómica.
Santamaría también mantuvo un rifirrafe con Joan Tardà, que calificó a Jordi Sánchez y Jordi Cuixart como "dos hombres inocentes con trayectoria impoluta" que hoy son "presos políticos". "Defenderemos pacíficamente instituciones y dirigentes", añadió. "Le exijo humildemente de demócrata a demócrata que paren las máquinas y haya diálogo y mediación", le espetó. "De demócrata a demócrata le hago algunos apuntes", replicó rápida la vicepresidenta, poniendo en valor que en España existe la "independencia judicial". Además, hizo uso de la hemeroteca para recordar que el Gobierno catalán pidió cárcel por el asedio al Parlamento regional en 2011.