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Rajoy guarda silencio y evalúa las posibles acciones previendo más tensión

El presidente podría volver a modificar su agenda internacional. Tras el Rey, opta por el silencio. El Gobierno dice que actuará, pero con prudencia.

El Rey, con el presidente, en una imagen de archivo. | EFE

Mariano Rajoy optó por guardar silencio un día después del discurso del Rey a los españoles. Con don Felipe ha estado hablando mucho en las últimas jornadas sobre la situación en Cataluña. Hay que "asegurar el orden constitucional", defendió el monarca. Según el Gobierno, el presidente evalúa las posibles medidas a tomar. Nadie descarta ya en el gabinete la aplicación del artículo 155 o la ley de seguridad nacional. "No habrá ruptura de España", prometen en Moncloa.

Dicho esto, en el Gobierno llaman a la prudencia toda vez se preparan para nuevas jornadas de tensión política y social con imágenes en la calle todavía peores a las vistas en los últimos días. Existe una gran preocupación ante posibles brotes de violencia. "Actuaremos de manera proporcional y firme en el momento adecuado", en palabras de Rafael Catalá. "No hay que tomar decisiones en caliente", insistieron los portavoces del presidente. Este miércoles, Juan Ignacio Zoido se trasladó a Cataluña para estar junto a los agentes desplegados en la comunidad y darles su apoyo. "Los ánimos están muy caldeados en las fuerzas de seguridad", reconocieron fuentes del PP catalán. Xavier García Albiol estuvo con ellos el martes y no pudo evitar emocionarse.

Si los independentistas declaran la independencia, un importante sector del partido que sustenta al Ejecutivo cree que habrá que actuar con claridad para imponer el orden constitucional. Barones regionales consultados por este diario han señalado claramente al artículo 155 y hay en el PP quienes se preguntan "cómo es posible que Carles Puigdemont no esté ya detenido". "Estamos en una situación de crisis nacional y evidentemente el Estado va a responder. Nadie va a romper España", aseguró Rafael Hernando en una primera valoración enTVE sobre las palabras del Rey. Después, en los pasillos del Congreso, precisó que "hay que actuar con la cabeza fría y con serenidad".

Sea cual sea la decisión final de Rajoy, fuentes de la dirección nacional del PP consideraron que el PSOE está desde la intervención del Rey "más presionado para apoyar" al Ejecutivo. Las alarmas ante la frágil unidad constitucionalista volvieron a sonar cuando Pedro Sánchez dio orden de pedir la reprobación de Soraya Sáenz de Santamaría por las cargas policiales del 1 de octubre. "La interlocución con el PSOE y Ciudadanos continúa y así seguirá. Es muy importante mantener la unidad", se limitaron a aclarar desde el Ejecutivo.

Algunos cargos del PP también vieron en las palabras de don Felipe una advertencia a Rajoy de que no le ha de temblar el pulso ante el golpe separatista. "Un aviso a todos de que no hay que tener miedo a lo que puedan decir", en palabras de un parlamentario. Ante las voces que piden más firmeza, el PP se acogió a la imputación del mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, para proclamar que "la justicia actúa de forma contundente y, al final, a quien quebranta la ley, le llega su turno", en palabras de Hernando. "Algunos tienen que saber que la justicia actúa y va a seguir actuando", añadió enTVE.

El portavoz del grupo popular ratificó que Rajoy comparecerá en el Congreso la próxima semana, pero que la fecha no está todavía cerrada. En Moncloa no descartan cancelar su viaje a Chipre el día 10 para participar en la cumbre de los países del sur de Europa. "No tiene sentido celebrar –ahora– ese debate" cuando todavía hay acontecimientos que "tienen que producirse o pueden producirse en horas o días", expuso el PP. En este sentido, el Gobierno hace cábalas sobre cuándo dará el paso Puigdemont, si es que finalmente se declara la independencia.

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