Después de unos meses de incertidumbre sobre su futuro político y judicial, Pedro Antonio Sánchez, expresidente de la Comunidad Autónoma de Murcia y hasta ahora máximo mandatario del PP regional, anuncia en las páginas del diario La Verdad su decisión de dejar la presidencia popular y su acta de diputado.
Precisamente su salida del parlamento regional era una reclamación unánime de los partidos de la oposición, puesto que su condición de diputado lo convierte en aforado y Murcia ha sido, precisamente, la primera comunidad autónoma en tramitar la supresión del aforamiento de los cargos públicos en su Estatuto de Autonomía.
Pedro Antonio Sánchez se va pero niega presiones de su partido en ese sentido. Todo lo atribuye a las maniobras de sus adversarios políticos, a los que acusa de haberle pinchado ilegalmente el teléfono utilizando los servicios de un hacker y de haber sufrido seguimientos por parte de una furgoneta blanca cuando estalló el caso de la trama Púnica.
"Me voy porque mis adversarios han jugado sucio y la jugada les ha salido bien", declara el expresidente, que este mismo miércoles presentará la dimisión de su cargo en el partido –es presidente regional por aclamación– y de su condición de diputado regional.
La segunda causa por la que deberá responder ante la Justicia es el llamado caso Auditorio, por la construcción irregular de un edificio destinado a este fin en Puerto Lumbreras –localidad de la que era alcalde– que se abonó íntegramente y se recepcionó por el ayuntamiento a pesar de que las obras están muy lejos de haber finalizado."Es posible que se faltara a la ortodoxia, algo que en aquella época sucedía en todos los ayuntamientos –explica Sánchez– pero no se pasó de ahí". El expresidente asegura además que pudo "haberse hinchado a dinero cobrando comisiones", "algunas me ofrecieron". Sin embargo, a preguntas del periodista reconoce que no denunció estos intentos de soborno.
El problema electoral de 2019
Tras su marcha, el Partido Popular de Murcia concurrirá a las elecciones con el sustituto de Pedro Antonio Sánchez, el actual presidente autonómico Fernando López Miras, un político joven que si la Justicia hubiera archivado las causas que se siguen contra su mentor habría vuelto a un segundo plano. Ahora tendrá que liderar el proyecto popular en unos comicios muy reñidos, tanto por ser los primeros que se dirimirán en una circunscripción única (con anterioridad había cinco circunscripciones electorales) y por la posible vuelta a la política de otro expresidente popular, Alberto Garre, líder de una plataforma ciudadana muy crítica con los actuales mandatarios del que fuera su partido.
Pedro Antonio Sánchez no tiene dudas de cuál sería el resultado si él encabezara las listas del PP: "Si yo fuera el candidato en 2019, el PP ganaría por mayoría absoluta, pese a la reforma de la ley electoral. Estoy convencido", remacha.
El expresidente regional murciano abandona hoy la política y todavía no sabe qué hará –no tiene profesión conocida, tras llevar 15 años en cargos públicos–, aunque probablemente se vaya una temporada fuera de España a probar suerte en la iniciativa privada.