No hay fisuras en el respaldo al Ejecutivo ante el golpe del 1 de octubre. Las instituciones comunitarias y las cancillerías de la Unión Europea han trasladado a Mariano Rajoy que cuentan con su apoyo, con independencia de las medidas que vaya a adoptar, para defender la legalidad. En las últimas horas, el PP ha recopilado un documento interno con las declaraciones más contundentes de sus principales homólogos. "Solo conozco un socio y un amigo, que es España entera. Conozco un solo interlocutor, que se llama Mariano", declaró recientemente Emmanuel Macron, el presidente francés.
Con Rajoy camino a Washington, para reunirse con Donald Trump en la Casa Blanca el martes, el PP se afanó en transmitir que no hay dudas en Bruselas de que los planes de Carles Puigdemont, incluida una posible declaración unilateral de independencia, atentan contra las reglas de juego. Fue Esteban González Pons, portavoz de los populares en el Parlamento europeo, el encargado de lanzar el mensaje principal del partido: "Una Cataluña independiente por la fuerza tendría que levantar fronteras marítimas, terrestres y aéreas", avisó a navegantes. "En la UE lo tienen muy claro", subrayó. Una frontera "con pinchos".
González Pons reconoció que en la UE la situación se percibe "como gravísima", más aún tras conocerse que "las redes internacionales que están contra la Unión están trabajando con el independentismo", pero que, al ser un "asunto interno" de España, se ciñen a las directrices de Moncloa. "No hay razón para que intervengan la Comisión, el Consejo o el Parlamento europeo", expuso, a pesar de que se tenga muy claro lo que acontece en el país. "Cualquier agresión a la Constitución española es considerada una agresión a la UE", se reafirmó el destacado dirigente popular.
En las últimas semanas, Rajoy ha despachado telefónicamente con sus interlocutores en la UE. Por ejemplo, después de que el Parlamento catalán aprobara las leyes de desconexión. "Quiero que sepáis que en Europa no dan crédito", afirmó, tras hablar con algunos líderes internacionales. "Están estupefactos, no entienden lo que pasa aquí", destacó. "No hay que tocar el principio de unidad territorial. Debemos decir alto y claro que los nacionalismos y separatismos son lo contrario de un patriotismo moderno", expuso en su día Angela Merkel, tal y como se recoge en el citado documento del PP.
Sea como fuere, fuentes del Ejecutivo explican que Rajoy no quiere que Cataluña monopolice su agenda internacional. Ante el despacho con Trump, por ejemplo, el Gobierno ha centrado su nota de prensa oficial en cuestiones económicas o la lucha contra el terrorismo. Si bien, en la conferencia de prensa, los asesores del presidente dan por descontado que habrá una pregunta sobre Cataluña y la interlocución con la Casa Blanca a ese respecto ha sido clara.
El Consejo de Ministros podría adelantarse
Tras el viaje a Estados Unidos, Rajoy regresará a Madrid pero el jueves por la tarde cogerá de nuevo un avión para participar en Tallin (Estonia) en una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE. En principio, no habrá un recado explícito de apoyo al mandatario español para dejar claro que es "un asunto nacional" y transmitir "normalidad" aunque tampoco se descarta algún guiño. Además, en Moncloa sopesan adelantar el Consejo de Ministros al jueves por la mañana para que pueda presidirlo el jefe del Ejecutivo.
Dicho todo esto, en el PP europeo sí reconocen haber perdido una batalla, que es la de los medios de comunicación internacionales. González Pons admitió ante todos los medios lo que ya avanzó la pasada semana en esRadio: "La Generalitat ha hecho un esfuerzo propagandístico y recoge sus resultados", afirmó. "Pero la UE está con España", insistió el portavoz. "Ningún país permitiría que sus constituciones fueran derribadas. ¿Dónde estaría Puigdemont en Francia o Alemania?", se preguntó. De hecho, en la UE más de un alto cargo se pregunta cómo es posible que el líder catalán no esté ya detenido, según las fuentes consultadas.