Máxima tensión en la enseñanza. Los adolescentes se han convertido en parte esencial de las protestas separatistas en toda Cataluña. A modo de ejemplo, los alumnos del Instituto Lluís de Peguera de Manresa fueron concentrados este jueves ante la comisaría de la Policía Nacional aledaña para cantar y corear consignas separatistas.
En las universidades, la CUP, con la ayuda de numerosos profesores, mantiene prácticamente cerradas las facultades para que los universitarios asistan a las concentraciones contra los operativos de la Guardia Civil y las manifestaciones dirigidas por los partidos y las entidades separatistas. El punto de reunión central de este jueves es la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), donde también han acudido cientos de estudiantes de secundaria. Algunos directores han dado permiso a los adolescentes cuando no les han instado directamente a manifestarse.
La huelga se lleva a cabo en toda Cataluña. En la ciudad gerundense de Olot, el director de un instituto elaboró ayer un justificante tipo para que los padres autoricen a sus hijos a faltar a clase. En el texto, el director del centro apunta:
"Como ya sabréis, nos encontramos en una situación política y social delicada. Durante los últimos meses nos han estado pisando a nosotros y nuestros derechos. Actualmente no se trata tanto de un tema de independencia como de democracia y de los derechos de los que nos han privado. Los últimos hechos respecto al 1-O no deben dejarnos indiferentes, por eso hemos decidido organizarnos y movilizarnos desde las aulas. El día 21 de septiembre queremos convocar una movilización de todos los institutos de Olot que tendría como finalidad concentrarnos frente al Ayuntamiento a las 13:30. Para eso necesitamos que autoricéis a vuestros hijos e hijas si creéis que es importante que nos hagamos oír y defendamos la democracia y la libertad. ¡Ahora más que nunca debemos estar juntos!".
Debajo de la soflama, consta el espacio para firmar la autorización paterna.
En paralelo, funcionarios de la consejería de Enseñanza ya han empezado a reclamar las llaves de los institutos para la celebración del referéndum. Como en el 9-N, los enviados de la Generalidad no acostumbran a identificarse y se niegan a firmar un recibí.