El Gobierno asegura que ha estudiado todos los escenarios y que tiene previstas todas las respuestas. Dependiendo de los pasos que vaya dando Carles Puigdemont se irá actuando en consecuencia, según el equipo del presidente. "En la Constitución están todos los instrumentos que necesitamos para evitar la fractura de España", zanjan desde su entorno. "Estamos preparados", afirmó el propio Mariano Rajoy, en una conversación informal con este diario el pasado sábado. Se le veía tranquilo, pese a que el Ejecutivo reconoce que la semana que empieza es clave y la situación se puede volver muy delicada.
Durante estos meses, para frustración de un sector de su propio partido, el jefe del Ejecutivo se ha negado a explicar con claridad cuál será su respuesta para impedir la celebración del referéndum del 1 de octubre. Ha evitado una y otra vez citar el artículo 155 de la Constitución pese a la insistencia de los periodistas. Se usarán "todas las armas de la democracia", en palabras de Soraya Sáenz de Santamaría. "Vamos a preservar la unidad de España, que a nadie le quepa la más mínima duda", afirmó Rajoy este fin de semana, sin ir más allá. La posibilidad de aplicar la ley de Seguridad Nacional, como reza en uno de los informes encargados por Santamaría, únicamente se ha sugerido a micrófono cerrado.
En Moncloa admiten que, a partir de ahora, hay que "estar preparados" para prácticamente cualquier cosa. Un "aquelarre" ante el que Rajoy intentará mantener la cabeza fría, según sus cargos próximos. "Debemos de evitar caldear más el ambiente", repiten tanto en Moncloa como en Génova. Por eso, el presidente evitó entrar en el tema de las contradicciones de Puigdemont sobre el aviso de la Inteligencia norteamericana en materia antiterrorista y ministros clave, como María Dolores de Cospedal, esquivan a los periodistas para no elevar la tensión. Por ejemplo, entrando en las provocaciones sobre un hipotético Ejército catalán.
Según el entorno de Rajoy, salirse del guión -esto es, proclamar que se hará cumplir la ley sin especificar con qué fórmula- fomentaría irreversiblemente el victimismo de los independentistas, que cada vez que pueden denuncian un "ataque a Cataluña". "Lo están haciendo con el tema de la CIA, y el presidente ni tan siquiera ha entrado en el tema", corroboraron fuentes del Ejecutivo. Uno de los pocos que se permite ir un paso más allá es Xavier García Albiol, con el aval de Génova. Él sí cita expresamente el artículo 155 de la Carta Magna y defiende su utilización y ya ha apuntado a dimisiones por las mentiras del Gobierno catalán tras los atentados de Barcelona y Cambrils.
En todo caso, Rajoy ha conseguido que, públicamente, nadie de su partido rechiste ante su estrategia, tanto en la forma como en el fondo, a pesar de los interrogantes que despierta. Además de Albiol, solo Cristina Cifuentes -en esRadio- o Isabel Bonig han mentado el 155, pero sin sonar a reproche a Rajoy. Y, este mismo sábado, barones y altos cargos se plegaron a la "firmeza serena" de su líder, tal y como se encargó de remachar Javier Arenas.
Para no perder esa unidad, el presidente ha convocado este lunes la Junta Directiva Nacional del PP, el máximo órgano entre congresos. Quiere unidad total, sin fisuras, ante el pulso separatista. En su intervención será muy contundente, pero su equipo no cree que avance detalle alguno de su plan. "Haremos cumplir la ley sin levantar la voz y sin entrar en ningún enfrentamiento estéril", dijo el sábado, y lo repetirá ante los suyos. No quiere barrabasadas durante esta semana. Firmeza y prudencia, repiten desde hace semanas en Moncloa. "En manos de Puigdemont está lo que pueda pasar en las próximas fechas", en voz del propio Rajoy.
El momento clave llegará el miércoles. A partir de entonces, en el Gobierno se preparan para cualquier "disparate". Todos los ministros están convocados de facto a un Consejo extraordinario, para tramitar de urgencia un nuevo recurso ante el Tribunal Constitucional, una vez el Parlamento catalán apruebe la ley del referéndum. En cuanto se convoque, empezarán "las inhabilitaciones", en palabras de un interlocutor directo de Rajoy.
El presidente irá informando a Pedro Sánchez y Albert Rivera de cada paso que vaya a dar y es consistente de que no quieren que se aplique el artículo 155, como ya le avisaron en su día. En esta batalla, buscará por todos los medios que no se rompa el consenso, por lo que no descarta convocarles a una reunión en Moncloa llegado el caso. Por su puesto, el Rey será puntualmente informado esta semana de cada decisión que se vaya a tomar, precisan en el Gobierno.
En varias ocasiones, tanto en público como en privado, Rajoy se ha comprometido a no pasar a la historia como el presidente que permitió la ruptura de España. El referéndum del 1 de octubre, argumentó el sábado, sería un "golpe a la democracia" y un intento de "volar la Constitución". Para un importante sector del PP, la posibilidad de que finalmente ocurra algo parecido al 9N dejaría muy mermada su credibilidad ante la opinión pública y de cara al exterior. El presidente, de momento, se muestra tranquilo.