Mariano Rajoy se marchó del Congreso de los Diputados con la sensación de haber estado perdiendo el tiempo. "Ha sido un debate completamente prescindible", zanjaron sus colaboradores más próximos. Un trance en el que, una vez más, la oposición le echó en cara la presunta corrupción de su partido y éste respondió pasando al ataque. El presidente fue especialmente duro con Margarita Robles para deleite de su bancada. "La ha vapuleado", se congratularon los suyos. "Le ha dado un repaso antológico", en palabras de un miembro de la dirección nacional.
Una vez más, el PP cerró filas alrededor de su líder. No hubo fisuras visibles en ese respaldo, que explicitaron los principales portavoces de la formación. Rajoy se ciñó al guión establecido, que avanzó este diario. Primero, lamentó el motivo del pleno extraordinario y aseguró que en España hoy hay cuestiones más importantes, como la lucha contra el terrorismo y el pulso separatista en Cataluña. "Los sistemas constitucionales modernos han establecido un instrumento para exigir la responsabilidad política del Gobierno: la moción de censura", retó a sus interlocutores. Después, en la réplica, entró en el cuerpo a cuerpo con Pablo Iglesias y, especialmente, con Robles.
Los diputados populares disfrutaron especialmente con la tunda a la nueva portavoz socialista. "Ahora sabemos que fue testigo en el caso Lasa y Zabala y que no dimitió", afirmó Fernando Martínez-Maillo en las redes sociales, con el pleno todavía en marcha. "Esto es la ley del embudo", añadió el coordinador general. Durante toda la mañana, el PP coordinó toda una campaña en Twitter para vender la idea de que Rajoy "da la cara" pese a que no procedía el pleno extraordinario. "Intentarán cualquier cosa con tal de sacar rédito de la supuesta corrupción y machacar nuestra imagen y la del presidente, ¡debemos defendernos!", se arengó a los parlamentarios populares por circuitos internos.
Durante el pleno, el presidente rehusó responder a las preguntas de la oposición sobre la presunta corrupción del PP. No mentó expresamente el caso Gürtel ni se refirió en ningún momento a Luis Bárcenas, el que fuera tesorero de la formación. Una falta de autocrítica que no influyó en la percepción de ministros y altos cargos del partido de que Rajoy salió indemne una vez más. "Para buscar perdedores, vayan a la bancada socialista", ironizó un miembro de la cúpula. Además de Maillo, Pablo Casado o Javier Maroto también apuntaron a Robles como gran perdedora del envite parlamentario.
La limitación de mandatos
Por su parte, en Génova tampoco se olvidaron de Albert Rivera, que volvió a abrir el debate sobre la limitación de mandatos. "Algunos quieren limitar mandatos, de los demás y no el suyo, para evitar enfrentarse en las urnas a Rajoy", en palabras de Maillo. El presidente ya avisó este verano que no tiene intención de hacerse a un lado, al menos de momento. Y, según las fuentes consultadas por este diario, "el poder interno" del presidente es tal que "nadie se atreverá a sacar ese tema" hasta que él así lo decida, a pesar de que en el PP dan por descontado que Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Núñez Feijóo o Cristina Cifuentes están a la espera.
Este miércoles en el Congreso, el propio Rajoy avisó de que no abdicará en su "obligación" de gobernar, a pesar de que su equipo dé por descontado que la oposición seguirá forzando debates sobre la corrupción aprovechando la minoría del Ejecutivo en la Cámara Baja. "Rajoy es una persona intachable y sigue siendo una garantía para España y los españoles. Lo que algunos no pueden soportar es que gobierne el PP, que es un partido limpio, honrado y honesto", sacó pecho Rafael Hernando, que fue especialmente aplaudido por sus compañeros cuando se lanzó a criticar a PSOE y Podemos. Acusó a Iglesias de ser "millonariamente financiado por las tiranías corruptas y criminales" de Venezuela e Irán.