Rajoy ha reivindicado en un acto en Lérida el sentido común y la empatía entre los españoles y también entre las administraciones "frente a los caminos de ruptura que no llevan a ninguna parte".
Con el Estado desaparecido en Cataluña, a nadie puede extrañar que los nacionalistas se dispongan a perpetrar una irreparable fractura social con el espantajo del 1-O.