Terremoto político en el Gobierno. Las filtraciones sobre el libro que José Manuel Soria habría escrito confirman las fricciones en el seno del Consejo de Ministros. En especial, el que fuera titular de Industria apunta directamente contra Cristóbal Montoro, al que culpa de su caída política, según publica el diario El Mundo. Pero también contra la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, otra de sus grandes enemigas de puertas para adentro. "Lo que dice ahora el entorno de Soria no es lo que él dijo públicamente en su día", recordaron fuentes oficiales de la Moncloa. Y todo el mismo día en el que el Ejecutivo se reunía de forma extraordinaria para aprobar el techo de gasto y revisar al alza las previsiones de crecimiento.
El momento es especialmente complicado para Montoro. Además de su reprobación en el Congreso y de las informaciones sobre Equipo Económico, ahora sale a relucir su guerra con el otrora poderoso Soria. El ministro de Hacienda compareció junto con Íñigo Méndez de Vigo y Luis de Guindos, como es tradición tras una reunión gubernamental de estas características, y se tuvo que enfrentar a preguntas muy delicadas. Él dejó claro que pretende resistir porque "tiene mucho trabajo", pero deslizó que existe una campaña para apartarle del Ejecutivo. "Hay intereses en que me retire" pero "eso es la política", afirmó.
Sobre las acusaciones vertidas en El Mundo por el entorno de Soria, Montoro evitó las concreciones. No confirmó ni desmintió nada. "No puedo dar ninguna información sobre ningún contribuyente (...) No hablo ni hago valoraciones a ese respecto", dijo sobre la cuenta suiza de la madre de Soria, que habría utilizado ante Mariano Rajoy para ayudar a su caída política. Después, en conversación informal con los periodistas, admitió, sin entrar en detalles, que existió "un debate en el Gobierno" sobre las eléctricas y que estaba en el bando contrario al de Soria.
Se le preguntó expresamente sobre las razones que puede tener Soria para provocar este cisma. "Cada uno tendrá sus motivos. Este es un país libre y todo el mundo tiene derecho a explicarse", contestó, sin entrar en el cuerpo a cuerpo. Fuentes del Ejecutivo precisaron, no obstante, que esos motivos han de ser "personales" e insistieron en las versiones contradictorias del exministro. Sacaron a colación una entrevista en la que le preguntaron si había dimitido por "líos familiares" y éste respondió que "no". "Todos sabíais que no se podía ni ver ni con Montoro ni con Soraya", explicaron desde Génova, donde estuvieron muy atentos a la comparecencia de Moncloa. "Todo apunta a un ajuste de cuentas", según un alto cargo del PP.
El ministro tuvo que escuchar preguntas sobre Soria, sobre Equipo Económico o sobre su situación política tras la reprobación, y él replicó que continuará al frente de sus responsabilidades ya que son muchas las tareas por delante, como la negociación con Ciudadanos para sacar adelante el techo de gasto. Rememoró los tiempos de la grave crisis económica: "Eso sí que era un frente, cuando había tal destrucción de empleo. Benditos sean estos frentes comparados con los que hemos pasado", argumentó. Y, a renglón seguido, aseguró que el momento político que vive no es "tan importante" toda vez "trasciendes de lo personal".
Montoro se mantuvo rocoso, como siempre. Avisó de que defenderá su honor, aunque dejó entrever que no hará nada contra Soria. Santamaría, mientras tanto, guardó silencio. De momento, y aunque diga que son términos "sentimentales" que tanto gustan a la prensa, él se siente respaldado por Rajoy. "Tengo una responsabilidad y la voy a cumplir hasta el último día", sentenció.