La debilidad política de Susana Díaz puede acentuarse de manera extrema debido a la presencia de tres factores esenciales: la realidad consolidada del sanchismo en cuatro provincias andaluzas y creciendo en las demás; la tendencia "natural" a distanciarse de la trianera de muchos de los aspirantes a la ocupación de puestos de diputados, senadores y altos cargos que ya saben que no tendrán futuro político con ella; y la flaqueza de su gestión al frente de la Junta de Andalucía.
La actitud pendenciera del secretario de organización del PSOE andaluz, Juan María Cornejo, que ayer puso en cuestión y sembró la duda ante la expresión "plurinacionalidad", olvidando que en la Constitución se habla de nacionalidades y que, por ejemplo y entre otros, en el Estatuto de Andalucía, se habla de la "realidad nacional" andaluza, no ayuda a serenar los ánimos.
Tras su estrepitosa derrota en las elecciones primarias del PSOE y la marginación de sus afines en la Ejecutiva federal, Susana Díaz sólo tiene un exiguo poder en el Comité Federal y en los grupos parlamentarios de Congreso y Senado, en todos los cuales ya no podrá hacer y deshacer a su antojo como antes. Por tanto, ha sido reducida a un reino de taifas donde, por si fuera poco, tampoco tiene todas las papeletas del poder.
Sánchez, decidido a dar la batalla
Dependerá de la voluntad política de Pedro Sánchez y de sus pretorianos andaluces si se opta por una reducción drástica del poder interno de Susana Díaz en el PSOE andaluz, que en cualquier caso es inevitable a medio plazo. Puede decidir mantenerla en el sillón andaluz sin hostilidades abiertas hasta las próximas elecciones andaluzas en las que, probablemente, seguirá perdiendo votos por los agujeros negros de su gestión, el crecimiento político de la oposición y la apatía entre sus partidarios que deberán optar entre dos fidelidades, la que tienen hacia ella todavía y la que tienen hacia el nuevo secretario general.
Pero fuentes directas han confirmado a Libertad Digital que Pedro Sánchez ha decidido dar ya la batalla política en Andalucía presentando candidaturas alternativas al susanismo en todas las provincias, siempre que le resulte posible.
Susana Díaz tiene su poder cimentado en el frente afín formado por las provincias de Huelva, Córdoba, Jaén y Sevilla, pero el poder que emana de las dos provincias más potentes, Jaén y Sevilla, puede ser engañoso. En Jaén, con cuyo secretario general, Paco Reyes llegó a un pacto de apoyo mutuo en la esperanza de que, tras su marcha a Madrid, él podría aspirar a la sucesión al frente de la secretaria general del PSOE andaluz. La nueva situación impide ya cualquier opción en tal sentido y puede dar paso a nuevos movimientos del PSOE jiennense, pieza clave en el sostenimiento de Susana Díaz.
Provincias problemáticas
En Sevilla, existe una presencia cualificada de sanchistas en las figuras de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, destacado miembro de la Ejecutiva Federal así como la sevillana Nieves Hernández y Francisco Rodríguez García. Añádase la presencia del alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, al frente del Comité Federal del PSOE, de los históricos Luis Yáñez, Carmen Hermosín y otros y se tendrá la posibilidad de, si se quiere, articular una candidatura alternativa al susanismo con posibilidades de obtener un buen puñado de votos.
No se olvide tampoco que Cristina Narbona, presidenta del PSOE nacional, es de ascendencia sevillana y que tiene muchos contactos en Sevilla, así como su pareja, José Borrell, que ha tenido una gran implicación en la economía sevillana vía Abengoa.
En Córdoba, donde manda de manera sectaria el actual presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán, implicado en varios escándalos y asuntos discutibles, Pedro Sánchez cuenta con la presencia muy cualificada de una ex ministra, Carmen Calvo, enfrentada visceralmente a la consejera de la Junta, Rosa Aguilar, por cuyo nombramiento se apartó de la dirección socialista andaluza y cuya actividad en Córdoba podría ser letal para el susanismo.
En Huelva, donde el pedrismo parece carecer de posibilidades debido al hiperliderazgo de Mario Jiménez, exportavoz de la Gestora derrotada, Pedro Sánchez ha dado carta de naturaleza a la ex alcaldesa de Isla Cristina, María Luisa Faneca, una fiel hasta la médula hacia su persona y a Antonio Martín, su compañero en el municipio y miembro de la dirección provincial de Huelva, Pero el control de Jiménez sobre la estructura socialista y su poder fáctico en las alcaldías de numerosos municipios y en la Diputación, hace difícil la penetración sanchista.
Más fácil lo tiene el sanchismo en Cádiz donde la figura poco relevante de la susanista Irene García deberá competir con la influencia de Toscano en la provincia, con la relevancia del apoyo de los partidarios de Manuel Chaves como el clan de Alcalá que encabeza el ex vicesecretario general, Luis Pizarro, alineado en este trance y hasta ahora con Patxi López, y con el clan gaditano de los Román, que ejerce el control en el ayuntamiento de Cádiz.
Nadie duda de que la figura de Miguel Ángel Heredia, secretario general del PSOE de Málaga y viceportavoz socialista en el Congreso hasta ahora, ha llegado a su fin en política. Recuérdese que Heredia mancilló con dureza al sanchismo en la persona de Margarita Robles, ahora nueva portavoz en el Congreso. La situación interna, nada clara, favorecerá, si el sanchismo quiere, articular una candidatura alternativa.
En Granada, Pedro Sánchez ya cuenta con la ex consejera de la Junta Consuelo Rumí, el combativo alcalde de Jun y su hombre de confianza, José María Rueda, secretario del PSOE de Granada capital enfrentado a la dirección provincial susanista. Por si fuera poco, cuenta con el apoyo de José Antonio Pérez Tapias, que fue el tercero en discordia de las primarias anteriores en las que triunfó Pedro Sánchez frente a Eduardo Madina. La presentación de una candidatura alternativa a la susanista Teresa Jiménez se da por segura.
En Almería, destaca la presencia del histórico socialista Nono Amate en las filas sanchistas, contrapuesta a la discutida figura, con asuntos judiciales de por medio, del actual secretario provincial, supuestamente susanista, José Luis Sánchez Teruel. El PSOE de Almería, que acaba de celebrar su congreso extraordinario, estableció en su lista de compromisarios al Congreso federal una relación de fuerzas estimada de 16 a 13, a favor del susanismo, y un puesto para Patxi López, una proporción que puede cambiar en el futuro.