La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, reclamó este lunes a los independentistas que apuesten por la "serenidad" y el "sosiego" el día 2 de octubre para poder negociar el encaje de Cataluña en España dentro del marco legal y sin fechas límite. La número dos del Ejecutivo volvió a acudir a Barcelona en una jornada en la que también estuvieron en la ciudad condal varios miembros del gabinete, como María Dolores de Cospedal, que reunió al Consejo de Superior del Ejército.
"Se habla mucho del 1 de octubre –fecha anunciada por el gobierno catalán para el referéndum ilegal–, la inmensa mayoría de los que están en el debate público están pensando en el 2 de octubre, que yo espero que ese día sea el día de la desaceleración y del sosiego, porque con este desasosiego es imposible encontrarse con alguien que tenga la cabeza lo suficientemente fría como para darse cuenta de que hay cosas que no dan más de sí", señaló, tal y como recoge la agencia EFE.
Santamaría hizo estas declaraciones durante la presentación de Contra el populismo, el nuevo libro del secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, José María Lassalle. En esta obra, el autor atribuye el auge del populismo al "colapso" de la ilustración, que se ha traducido en la imposición del sentimentalismo por encima de la racionalidad.
Sáez de Santamaría sostuvo que el populismo se basa en la "sospecha continua" contra las instituciones, así como en la "dialéctica continua del enfrentamiento que mantienen incluso cuando están en el poder porque sin ella no tienen razón de ser". En este sentido, criticó a quienes cuestionan los fundamentos de la Unión Europea (UE) o el pacto constitucional sin ofrecer alternativas viables, y avisó de que "en ningún caso la respuesta puede ser dinamitar lo que hemos construido".
En el conjunto de España, la vicepresidenta apuntó que el populismo eclosiona con la crisis económica, si bien a medida que ésta remite los populistas se van a otros argumentos "más clásicos" relacionados con la corrupción y la crítica al sistema. Un ejemplo de la relación entre crisis y populismo en España, argumentó, son los votos que Unidos Podemos perdió en relación a Podemos en las elecciones de junio de 2016, en comparación con las de noviembre de 2015.
"Puede ser que sea porque los ciudadanos les conocieron más, pero también porque esos seis meses fueron determinantes para mejorar en la situación económica", remató la vicepresidenta.