Mariano Rajoy trató de restar dramatismo a la decisión de la Audiencia Nacional de que declare físicamente en sus instalaciones de San Fernando de Henares. Una fotografía "terrible" a ojos de la dirección nacional, lo que motivó que el PP pidiera en su día que su participación fuera por videoconferencia. "No vamos a contribuir a circos, para eso ya están otros", afirmó Rafael Hernando. Oficialmente, se alegaron razones "de agenda, orden público y seguridad" para solicitar el plasma.
El jefe del Ejecutivo recibió la noticia en Vila Real, Portugal, donde participaba en una cumbre bilateral junto a un puñado de ministros. En rueda de prensa junto a su homólogo, António Costa, tuvo que contestar a la pregunta. Le bastaron unos segundos. "Estoy a lo que dispongan los tribunales", dijo, y recordó su primera declaración sobre el tema, en la que se mostró "encantado" de colaborar con la Justicia.
Inmediatamente después, la dirección nacional se sumó a sus palabras y enmarcó dentro de la "más absoluta normalidad" su declaración en la Audiencia. Si bien, las fuentes consultadas destacaron que "era perfectamente posible que hubiera declarado por videoconferencia", y citaron varios precedentes. María Dolores de Cospedal, que estaba con Rajoy en Portugal, mentó expresamente a los dirigentes de Podemos Íñigo Errejón y Carolina Bescansa, que no tuvieron que acudir al tribunal en el primer juicio contra la formación morada. Lo ocurrido "es una rareza", destacó. En los argumentarios del PP también se puede leer, entre otros muchos, el caso de Artur Mas, que pudo declarar por videoconferencia por el asalto al Parlamento catalán.
"Las respuestas serán las mismas por videoconferencia que físicamente", lamentaron en Génova. Esto es, "respetamos pero no compartimos la decisión", se expuso al más alto nivel. Para el PP, lo peor será tanto "el paseíllo" como la instantánea de Rajoy en la misma sala en la que antes se han sentado Francisco Correa o Luis Bárcenas, tan defenestrados hoy por el partido. "No es solo el líder del PP, es también el presidente de todos los españoles", se quejó un diputado nacional tras recibir la noticia. "Aquí solo parece importar el circo", añadieron también desde Génova. "Circo y más circo", insistieron.
Antes de solicitar la opción de la videoconferencia, en Moncloa estudiaron todas las opciones y consideraron que era la "menos nociva" para los intereses de Rajoy. "Sabíamos que nos iban a criticar" pero fue "una decisión por descarte", razonaron desde su entorno después de enviar el escrito al tribunal. Aunque se barajó el despacho que tiene en el Congreso para realizar la declaración, finalmente anunciaron que sería en Presidencia. Unos planes abortados ahora por la Audiencia.