El Gobierno de la Generalidad salvará este miércoles los presupuestos autonómicos con dos votos prestados por el grupo de la CUP, que ha cedido a cambio de que se mantuviera la partida para la celebración de un referéndum a pesar de que el Consejo de Garantías Estatutarias, un órgano de la propia administración autonómica, ha avisado de la inconstitucionalidad implícita en prever la celebración de una consulta sin competencias para ello.
El sí de la CUP es "condicional" ha advertido la portavoz Eulàlia Reguant. El apoyo se ciñe a la celebración del referéndum "sin pedir permiso ni perdón porque nuestro objetivo es tumbar el régimen", declamó Reguant. El diputado de Junts pel Sí, Roger Torrent, fue el encargo de defender los números elaborados por el departamento del vicepresidente, Oriol Junqueras. Torrent ponderó el calibre social de los presupuestos en respuesta a las críticas de la CUP en materia de política social y afirmó que los capítulos del bienestar suman 1.300 millones de euros.
El resto de los grupos parlamentarios se ha mostrado en contra tanto por la inclusión de una partida para el referéndum en la disposición adicional número 31 como por la naturaleza ficticia del proyecto de gastos e ingresos de la Generalidad.
Cuentas "supremacistas"
El portavoz de Ciudadanos, Carles Carrizosa, apuntó que la Generalidad ha camuflado 130 millones para el proceso y el referéndum en una partida de contingencias. "¿Esperan alguna catástrofe, algún tsunami, un terremoto que no sea el político que quieren provocar ustedes?", espetó Carrizosa al presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, y a Oriol Junqueras.
Por parte de PP, Alejandro Fernández, tachó los números de "supremacistas" y aventuró que "las cosas acabarán mal". La diputada del PSC insistió en que pedirán al PSOE que presente un recurso de inconstitucionalidad, intención que comparten los socialistas con Ciudadanos y PP. También los podemitas votarán en contra puesto que, además de no compartir la vía unilateral para convocar el referéndum, creen que los presupuestos muestran un acusado sesgo liberal.
Así pues, los presupuestos del referéndum ya están en el horno y el Gobierno de la Generalidad tacha uno de los puntos claves de su "hoja de ruta" a plena satisfacción de la CUP. Se mantiene el rumbo de colisión con gestos como el de invitar a los condenados por el 9-N a participar en la reunión del Ejecutivo regional y hechos como la aprobación de unas cuentas cuyo único objetivo consiste en financiar el tramo final del proceso, desde el despliegue de consejeros y "colaboradores" como Mas en el extranjero hasta la confección de papeletas, urnas y demás material necesario para una reedición "vinculante" del 9-N de 2014.