Mariano Rajoy rechazó que España esté abocada de nuevo a las urnas. Desde Bruselas, al término del Consejo Europeo, aseguró que no "jugará" con un posible adelanto electoral e insistió en que tratará de reconducir sus relaciones con Albert Rivera. "No quiero que se convoquen elecciones porque perjudicarían a España", zanjó, no sin recordar el reciente periodo de desgobierno en el país. Además, para reforzar la idea de que la legislatura va para adelante, confirmó contactos con dirigentes del PNV para poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado.
Así, una vez más, el presidente abogó por una legislatura larga -suele decir que quiere que dure cuatro años- a pesar de los escollos hoy existentes. Para empezar, se declaró "tranquilo" tras el choque con Ciudadanos y se propuso "hablar" con Rivera para que las aguas vuelvan a su cauce. Eso sí, no confirmó cuándo podría producirse ese contacto, ya sea telefónico o en persona. ""No le quepa la menor duda de que vamos a resolver -el problema- de una manera civilizada, hablando y haciendo un esfuerzo ambas partes para entender los planteamientos de la otra", destacó. "El acuerdo con Ciudadanos está en vigor", aseveró, para a renglón seguido limitarse a mostrar su "respeto" por el acercamiento de la formación naranja a Podemos.
El presidente argumentó que él está centrado en lo que considera verdaderamente importante, que es la economía, y sacó pecho del "optimismo" reinante en este sentido. Si bien, se mostró dispuesto "a hablar de todo lo que quieran hablar", en referencia a la corrupción. "Estoy satisfecho de cómo se están cumpliendo los acuerdos", dijo una vez más, dando a entender que no teme por una posible ruptura total.
Además, ante la pregunta de un periodista, Rajoy confirmó que ha estado manteniendo encuentros con dirigentes del PNV, aunque no dio nombres. "Me estoy involucrando", reconoció, en relación a la aprobación de las cuentas públicas. Y, aunque negó "cambio de cromos", se mostró dispuesto a que el PP ceda y apoye los presupuestos de Íñigo Urkullu en el País Vasco. "No tiene ningún sentido bloquearlos", dijo.
Fuentes del Ejecutivo admitieron, eso sí, que la situación puede volverse "imposible" en caso de que Pedro Sánchez se haga con las riendas del PSOE. "Lo de Ciudadanos se puede solucionar pero no lo del PSOE", afirmaron. Esto es, toca "esperar" a lo que ocurra en el congreso de dicha formación.