Mariano Rajoy se mostró dispuesto a reconducir la situación con Ciudadanos, aunque no aclaró si rectificará su postura sobre aquellas cuestiones que le han enfrentado a Albert Rivera en los últimos días. "No he incumplido nada. Vamos a intentar reconducir esta situación porque no conduce nada", declaró el presidente en Bruselas, antes de participar en la reunión del PPE previa al Consejo Europeo en la que se ve con Angela Merkel y otros mandatarios de su familia política.
Su respuesta no dista de otras que han hecho recientemente sus portavoces, como Íñigo Méndez de Vigo, sobre su relación con Ciudadanos y no significa que vaya a cambiar su opinión sobre la limitación de mandatos, la prohibición de aforados, la comisión de investigación o la continuidad de Pedro Antonio Sánchez en Murcia. Básicamente, lo único que quiso dejar claro Rajoy es que no quiere romper con Ciudadanos a nivel nacional, como ya informó este diario.
Desde Bruselas, el presidente se mostró conciliador, solicitó "tranquilidad" a su socio preferente y trató de buscar puntos de acuerdo. "El pacto está ahí, ya se han cumplido muchas cosas y llevamos sólo cuatro meses de legislatura cuando habitualmente duran cuatro años", razonó, tal y como recoge la agencia EFE.
Entonces, Rajoy citó aquellos asuntos en los que sí coincide con Rivera. Apuntó a "los grandes asuntos que España tiene por delante" y puso como ejemplo el hecho de que, en el último año, ha habido 580.000 cotizantes más a la Seguridad Social. "De eso es de lo que yo, como presidente del Gobierno, me quiero ocupar", añadió, dando a entender que la corrupción es un capítulo secundario, aunque precisando que también se puede "hablar" de ello. "Todo va bien" hasta llegar "a la corrupción", reconoció el propio Rivera el miércoles en el Congreso.
En este marco, fuentes de la Moncloa no descartaron la posibilidad de un contacto, ya sea cara a cara o telefónico, entre ambos líderes próximamente. Cabe recordar que tal comunicación no ha existido en los últimos días y que esa interlocución la han capitaneado Fernando Martínez-Maillo y José Manuel Villegas. Este mismo miércoles, tras la escenificación de tensión por parte de Ciudadanos, fuentes de la dirección nacional reiteraron a este diario que "la sangre no llegará al río".
Rivera evita dar por roto el pacto
Por su parte, Rivera negó que el pacto esté roto: "No, estamos negociando los Presupuestos. Lo que sí que doy es por rota la palabra dada en el tema de la corrupción. En todo lo económico y lo social los acuerdos que hemos llegado de investidura se están cumpliendo, pero cuando tocas la palabra corrupción ahí es donde chocamos".
El líder de Ciudadanos consideró "insólito" que el PP no respaldase la comisión de investigación sobre su propia financiación, como se comprometió al inicio de la negociación del pasado verano, mientras que los populares no ven incompatible ese compromiso con pedir que se investigue, como solicitaron formalmente a última hora del miércoles en el registro del Congreso, la financiación del resto de formaciones políticas.
Fernando Martínez Maillo aseguró que no hacía falta "más que leer las dos propuestas, para darse cuenta de quién la lleva trabajando más tiempo". Maillo reprochó a Ciudadanos que se hubiera hecho "una foto con Podemos e IU" algo que, aseguró, no da "estabilidad a España". Ambos, pese a todo, abrieron vías al entendimiento. La tesis de Ciudadanos es que ellos ya cumplieron cuando votaron sí a Rajoy, y que por lo tanto, quién está en deuda y debe cumplir lo pactado es el PP.
Cumplimientos e incumplimientos
Rivera enfatizó los avances en el acuerdo de 150 medidas, como la subcomisión de estudio para la reforma electoral que arrancaba el mismo miércoles en el Congreso, y en la que el líder centrista ejerce de portavoz de su partido, el compromiso anunciado por el ministro de Educación y Cultura, Iñigo Méndez de Vigo, para la bajada del IVA cultural, o las medidas de apoyo a los autónomos. Parcialmente, el aumento de dos a cuatro semanas en las bajas de paternidad, une medida que ha entrado en vigor este año, es otro de los tantos que puede apuntarse Ciudadanos.
Sin embargo, como reconocía el mismo Rivera, los avances son escasos en cuanto a la agenda regeneradora: el PP da largas a la supresión de aforamientos y la limitación de los mandatos presidenciales, que consideran imposibles de realizar sin una reforma constitucional y que Ciudadanos va a negociar este mismo viernes con Podemos, aun cuando los de Pablo Iglesias coinciden en que no pueden llevarse a cabo sin modificar la Carta Magna. Además, la formación morada insiste en forzar un referéndum sobre cualquier reforma del texto de 1978, algo que pueden hacer al tener mas del 10% de los diputados de la cámara baja.