Lilian Tintori, Antonieta Mendoza (esposa y madre, respectivamente, del líder opositor de Venezuela encarcelado, Leopoldo López) y Mitzy Capriles, esposa del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, en arresto domiciliario desde hace casi dos años, se han encadenado en el centro de la plaza de San Pedro. Nadie del Vaticano se ha puesto en contacto con ellas. Piden a la Santa Sede que medie a favor de la liberación de los presos políticos del régimen venezolano dadas las fluidas relaciones de Francisco con Nicolás Maduro. Las tres mujeres lucen una bandera de su país y, eso sí, reciben el apoyo de cientos de ciudadanos que conocen la situación política, social y económica de Venezuela.
En paralelo, la agenda del papa Francisco tiene una llamativa cita el próximo sábado. Recibirá en audiencia a las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau, que participarán en una cumbre de ciudades europeas sobre la crisis de los refugiados. A dicha reunión, que comienza el viernes, también asistirán los alcaldes de Zaragoza, Pedro Santisteve, y Málaga, Francisco de la Torre.
Habida cuenta de la recepción que el papa dispensará a Colau, la presidenta del grupo municipal de Ciutadans (C’s) en el Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías, ha pedido a la alcaldesa condal que "aproveche su visita al Vaticano para solidarizarse con los alcaldes electos democráticamente, como López y Ledezma, que hoy son presos políticos en Venezuela y pedir su liberación".
Según la concejal de la formación naranja, Colau tiene una magnífica oportunidad de ejercer de defensora de los derechos humanos ante el papa y de reivindicar junto a las tres mujeres encadenadas la liberación de todos los presos políticos de Venezuela. Sería una forma, según Mejías, de aprovechar el viaje "para algo más que su promoción personal".