Sigue el acercamiento. El Gobierno ha alcanzado los primeros acuerdos con el Ejecutivo vasco en materia económica para cumplir el déficit, avanzar en soluciones al cupo vasco y sobre alta velocidad, y todo ello en un clima que "puede facilitar" futuros pactos, aunque sin querer especificar públicamente si hoy por hoy afectarán a los Presupuestos de 2017. Un "objetivo" que no esconden en privado fuentes gubernamentales, informa P. Montesinos. "El deshielo es un hecho", reconocieron.
El nuevo clima político ha sido reconocido por el recientemente nombrado consejero de Economía del Gobierno vasco que por segunda legislatura consecutiva presidirá Íñigo Urkullu. Pedro Azpiazu, en un ambiente de "mucha cordialidad", porque, entre otras cosas, se conocen desde "hace muchos años", se ha entrevistado este lunes en Madrid con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, informa la agencia EFE.
Ha recalcado el consejero en varias ocasiones que durante las dos horas que ha durado la reunión ni él ni Montoro han hablado sobre los Presupuestos del año que viene, en cuya aprobación el apoyo del PNV puede resultar fundamental. Una negociación que se lleva en paralelo, según las fuentes consultadas.
Ahora bien, como los tres asuntos que llevaba Azpiazu en su maleta han obtenido avances (déficit, cupo vasco y alta velocidad en la comunidad), se ha constatado un clima de diálogo y entendimiento que puede facilitar consenso en torno a los Presupuestos, pero en todo caso la decisión la deberá tomar el grupo parlamentario del PNV, ha dicho.
Respecto al cumplimiento del objetivo de déficit para los próximos años, el Gobierno vasco se ha comprometido a cumplir las cifras pactadas por el Consejo de Política Fiscal y Financiera de la semana pasada, en el que se puso el 0,7 por ciento del PIB como tope para este año, el 0,6 para el que viene, el 0,3 para 2018 y el 0 para 2019.
En cuanto el Congreso y el Senado ratifiquen estas cifras, lo que pasará porque el PSOE no las rechaza, el Ejecutivo autonómico comenzará a trabajar con dichos márgenes.
Un grupo de trabajo entre la administración general y la administración vasca se encargará de "desbrozar" el camino hacia la solución de algunas discrepancias que los dos gobiernos mantienen en cuanto a cuantías, a pagar o a cobrar, provenientes del cupo vasco.
Si bien Azpiazu no ha hablado de cifras, sí ha reconocido que los puntos de fricción tienen que ver con las cantidades que la región estaría pagando de más en virtud de la ley que rige el cupo, y que vendría a suponer unos 1.600 millones de euros, aproximadamente. Según ha reseñado el consejero, hay cuantías sin liquidar desde 2007.
No obstante, "la voluntad de ambas partes es tratar de avanzar en un acuerdo para liquidarlas cuanto antes", ha asegurado, antes de recalcar que esa voluntad, en lo que atañe a las dos partes, es "total y firme".
También se pondrán manos a la obra los gobiernos español y vasco para cambiar el convenio ferroviario, de forma que el Ejecutivo de Urkullu se encargue financieramente de los avances en las obras de alta velocidad y luego la cantidad correspondiente se descuente del cupo. Las miras se dirigen, por tanto, al nudo de Bergara y al soterramiento de las vías de acceso a las tres capitales vascas.
Los contactos de Santamaría
Azpiazu ha manifestado en varias ocasiones que la reunión se ha producido en un clima de cordialidad y de entendimiento, lo que ha motivado que la prensa preguntara si ese clima había llegado también a la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene.
No se ha hablado de ello en ningún momento, ha respondido Azpiazu, quien además ha recalcado que su asistencia a la entrevista con Montoro la ha hecho en representación del Gobierno vasco, no del grupo del PNV en el Congreso, en cuyas filas ha estado hasta hace apenas unos días. Y "como Gobierno vasco" los acuerdos y principios de acuerdos alcanzados hoy son "positivos", según el adjetivo empleado.
"Si eso va a tener implicaciones en el grupo parlamentario, que lo diga el grupo", ha señalado en una línea muy similar a una declaración posterior: "Lo que suceda entre los gobiernos no condiciona al grupo".
El ambiente sin tensiones y con diálogo que ha marcado el encuentro ha propiciado que Azpiazu haya afirmado que "siempre es mejor tener una buena relación que no tenerla", algo que puede estar produciéndose en otros ámbitos.
Preguntado por la litigiosidad entre las administraciones, con muchos recursos a leyes de uno y otro lado, el consejero ha referido que ese asunto no formaba parte de la agenda de la reunión con Montoro, aunque ha dejado ver que al respecto sí podrían estar hablando ya la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el consejero de Presidencia, Josu Erkoreka.
Azpiazu, en suma, ha constatado tras la reunión con Montoro que la sintonía entre los gobiernos es diferente y que el entendimiento surge más fácil.
"Debería ser siempre muy fácil, pero la coyuntura política marca las relaciones entre los partidos; esperemos que a partir de ahora sea mejor, porque es mejor una relación fluida para ser efectivos en la resolución de problemas", ha argumentado.
A su juicio, con la nueva composición del Parlamento, "toca ponerse a hablar". "Y espero que dure. Si hay posibilidad de llegar a acuerdos, siempre estaremos dispuestos a hacerlo, y de forma intensa además", ha concluido.