Una referencia que no es habitual escuchar en el discurso del monarca en el Congreso de los Diputados. Pero Felipe VI ha querido mencionar el "desencanto" que la corrupción genera en la ciudadanía. Una "lacra" que "ha indignado" a los ciudadanos y que "tiene que ser combatida con firmeza" hasta que se convierta en "un triste recuerdo de una lacra que hayamos conseguido vencer y superar", ha dicho el Rey en su intervención ante las Cortes con motivo de la apertura solemne de la XII Legislatura.
Por ese motivo, ha expresado su reconocimiento a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que encabezan la lucha contra la corrupción en España. Y ha pedido "la regeneración moral de la vida pública" que es una "cuestión de principios, de voluntad y decisión; es también una cuestión de orden en el funcionamiento de nuestro Estado de Derecho. Debemos asentar referencias cívicas en nuestro comportamiento social".
Mención velada a Cataluña
El segundo llamamiento de su discurso ha sido al diálogo entre CCAA pero antes al "respeto y observancia de la ley y de las decisiones de los Tribunales" que, a juicio del monarca, "constituye una garantía esencial de la democracia porque en un Estado de Derecho la primacía de la ley elimina la arbitrariedad de los poderes públicos y asegura el ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos".
Una mención velada a aquellos representantes públicos que han llamado a incumplir sistemáticamente a incumplir las resoluciones judiciales en Cataluña para los que, sin embargo, ha hecho un llamamiento al "diálogo y entendimiento, exigencias de cualquier régimen de libertades", pero siempre "diálogo dentro del respeto a la Ley que es consustancial a la Democracia".
Y añadió que "el autogobierno de nuestras Comunidades Autónomas debe preservar las exigencias de igualdad entre todos los ciudadanos y la solidaridad entre todos los pueblos de España.
Mención velada para el PSOE
Previamente, el Rey quiso hacer otra mención velada, en esta ocasión al PSOE, por "la responsabilidad y generosidad" que han resueto "la crisis de gobernabilidad porque "la obligación constitucional de convocar unas nuevas elecciones generales ante la falta de acuerdo para investir a un presidente" generó "desencanto y distanciamiento en muchos ciudadanos y preocupación en nuestros socios y aliados".
En cualquier caso, esta crisis, "ya se ha resuelto" y ahora "tenemos un gobierno en plena facultad de sus funciones", recordaba el Rey, quien se felicitaba también de que "a lo largo de todos estos meses nuestra Constitución se ha cumplido y los procedimientos constitucionales se han respetado". Ahora, seguí el Rey, "corresponde a sus señorías cumplir el mandato de los ciudadanos y es mucho lo que los ciudadanos esperan de sus representantes".
Su Majestad el Rey Felipe VI comenzó su discurso ofreciendo el compromiso de la Corona con los ciudadanos, "pues la Corona tiene su razón de ser en su servicio a todos los españoles"; con la democracia y "con los valores de la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo, además de los principios que rigen nuestro sistema democrático"; y finalmente su compromiso con España, "una gran nación, enriquecida por su diversidad y de la que el Rey, como jefe del Estado, es símbolo de unidad y permanencia".