Íñigo Méndez de Vigo se estrenó como nuevo portavoz del Ejecutivo elogiando a su predecesora y pidiendo tiempo a los periodistas para ponerse al día. Sin perder el tono afable, coló el mensaje de que Mariano Rajoy quiere "diálogo" manteniendo el grueso de su política económica. "Las cosas que van bien no hay que cambiarlas", afirmó. Dejó preguntas sin contestar y se fue rápido de la sala de prensa, aunque prometió hacer "pedagogía" todos los viernes, al término del Consejo de Ministros.
Según desveló, Rajoy tardó en informarle de su nuevo cometido, el de portavoz del Gobierno. El que continuaría al frente de Educación lo sospechaba, según las fuentes consultadas. El presidente se lo comunicó el mismo jueves. "Me dijo que fuera amable con ustedes –los periodistas- y no me dijo si ustedes iban a ser amables conmigo, pero espero que eso vaya implícito", declaró.
Fue una comparecencia sin sobresaltos, amable. En varias ocasiones, Méndez de Vigo afirmó desconocer la respuesta a la pregunta y reclamó paciencia. "Acabo de llegar". En todo caso, sí quiso dejar claras algunas cosas. Rajoy, apuntó, transmitió en el Consejo de Ministros la necesidad de "hablar, dialogar, pactar y consensuar mucho". Y destacó, en aras del entendimiento, que tres miembros del equipo negociador del PP están ahora en el gabinete. En concreto, Fátima Báñez, Álvaro Nadal y Dolors Monserrat.
"Eso muestra que ese talante negociador y de búsqueda de consenso es una realidad", sacó pecho, para a renglón seguido rechazar las críticas del PSOE. "No sé de dónde saca el PSOE que no es colaborativo el Gobierno, pero desde aquí, expreso la voluntad de colaborar con el PSOE", afirmó.
A partir de ahí, en línea con Rajoy, también avisó de que el Ejecutivo no está pensando en acabar de golpe y porrazo con todo su legado. El Gobierno será "continuista en aquello que debe continuar, como la recuperación económica, la creación de empleo, las reformas y la estabilidad presupuestaria, y renovado, con seis caras nuevas y muchas ganas de hacer las cosas bien y trabajar para España", aseveró.
Los asuntos importantes empezarán a discutirse en el próximo Consejo de Ministros. Así, con mano tendida y tono amable, Méndez de Vigo se marchó asegurando que todo el Gobierno afronta el reto "con ganas de tirar para adelante".