La decisión de romper la disciplina de voto del PSOE por parte de dos integrantes de la dirección del Grupo Socialista en el Congreso, Meritxell Batet y Sofía Hernanz, está siendo criticada doblemente por numerosos dirigentes socialistas quienes consideran que no deberían formar parte de la dirección del Grupo parlamentario.
Meritxell Batet y Sofía Hernanz son secretarias generales adjuntas del Grupo Socialista en el Congreso, cuyo portavoz, Antonio Hernando, se ha mantenido tras la salida de Pedro Sánchez. La primera pertenece al PSC, cuyo Consejo Nacional acordó que los siete diputados del partido catalán votarían en contra de la investidura de Mariano Rajoy y la decisión la tomaron al día siguiente de que el Comité Federal del PSOE acordara que el Grupo Socialista se abstendría.
Sofía Hernanz es diputada por Baleares, cuya secretaria general es Francina Armengol, una de las dirigentes territoriales que ha defendido con más ahínco su decisión de votar "no" en la investidura de Mariano Rajoy, junto con el primer secretario del PSC.
Los dirigentes socialistas consultados por Europa Press consideran que ambas no deberían seguir en la dirección del Grupo Socialista porque ven incompatible estar en ésta y no mantener la disciplina de voto.
En este sentido, aseguran que no es coherente ir contra la decisión del Comité Federal y contra la petición expresa, a través de una carta, del jefe del Grupo y mantenerse en la dirección. "Deberían haber dimitido ya", exclamaba uno de los consultados.
El Grupo ha abierto un expediente disciplinario a Batet y a Hernanz al igual que a los otros 13 diputados del Grupo Socialista que rompieron la disciplina de voto. Ahora tendrán siete días para presentar alegaciones antes de que la dirección decida qué sanción les impone. Las multas económicas pueden ir desde los 200 a los 600 euros por saltarse la disciplina de voto.
No obstante, el mismo sábado, antes de que se procediera a la segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy, el presidente de la Gestora que dirige el partido, Javier Fernández, dejó entrever que sólo habría sanciones económicas para los díscolos porque aseguró entonces que no tenía en la cabeza expulsar a nadie del grupo.
Expulsar a Robles y Cantera
Sin embargo, muchos de los dirigentes consultados coinciden en que las dos independientes que forman parte del Grupo Socialista y votaron en contra de la decisión del Comité Federal deberían dejar de pertenecer al Grupo Socialista. Se trata de la magistrada en excedencia Margarita Robles y la excomandante Zaida Cantera.
Además, algunos dirigentes socialistas consideran que se debería sancionar a los 'díscolos' quitándoles "los galones" que tienen en el Congreso, es decir, retirándoles de las presidencias de Comisión o de las portavocías de área.
En cuanto a los diputados del PSC, que votaron siguiendo la decisión de su Consejo Nacional, en lugar de acatar la adoptada por el Comité Federal, las fuentes consultadas creen que en este caso se impone una renegociación de los acuerdos entre el PSC y el PSOE.
Un replanteamiento de las relaciones que tendría que tener lugar lo más pronto posible, aseguran, aunque no antes de que el PSC celebre su próximo Congreso, que tendrá lugar entre los días 4 y 6 de noviembre, es decir, el próximo fin de semana.
Estas fuentes explican que tras producirse un "choque de legitimidades" entre la dirección del PSOE y la del PSC explican que urgen saber a qué se tiene que atener el Grupo Socialista en el Parlamento con los 7 diputados del PSC.
Además, señalan que es necesario esperar a ver qué sale del Congreso del partido catalán porque se temen que puedan ir más allá de la Declaración de Granada, acordada por todo el PSOE, teniendo en cuenta las declaraciones que ya ha hecho Pedro Sánchez sobre Cataluña, en las que afirma que es una "nación" y apuesta por negociar con los independentistas.
Clamor por un congreso
Además, este mismo martes se cumple un mes desde la caída de Sánchez y la formación de una Gestora que dirige Javier Fernández. Además de cómo la gestora ha dirigido el partido en el último mes, los 'sanchistas' están irritados por el hecho de que aún no haya visos de cuándo se celebrará el próximo congreso en el que se tiene que elegir secretario general y una nueva Ejecutiva.
"La función que tiene la gestora es preparar el congreso. No está para cronificarse", se queja uno de los diputados afines a Sánchez tras recordar que el compromiso de todas las federaciones fue activar la asamblea federal una vez que hubiera gobierno.
Otro dirigente crítico con Ferraz recuerda que la última gestora que hubo en el PSOE, en marzo de 2000, tras la dimisión de Joaquín Almunia, convocó el congreso en julio de ese año, por lo que estuvo operativa menos de cinco meses.
La dirección interina alega que hasta ahora no ha habido tiempo de prestar atención al congreso, puesto que era preciso resolver antes el debate de la investidura y gestionar una decisión como la abstención que "ha sido muy difícil".
"Después de la explosión que representó el Comité Federal de hace un mes, era preciso tomar decisiones sobre el desbloqueo del gobierno y una vez que ha pasado eso, nos centraremos en el congreso. Pero éste no se puede hacer en dos días. Necesitamos calmarnos", reflexiona a EFE uno de los componentes de la ejecutiva provisional.
De los diez integrantes de la gestora, dos son críticos con la postura oficial, el riojano Francisco Ocón y el balear Francesc Antich.
Ambos coinciden en que el partido necesita un congreso "cuanto antes" para que hable la militancia, por lo que defienden que se vuelva a reunir el máximo órgano del partido para poner ya la fecha.
"El Comité Federal ya solo debería tomar el acuerdo de convocar congreso y primarias. Pactemos un itinerario. Tranquilicemos y no rompamos más", recomienda el expresidente de Baleares.
A pesar del cisma en el partido, la mayoría de los vocales valora el trabajo que está haciendo Fernández, si bien creen que aún hace falta más "diálogo interno" para tratar de coser las heridas, señala uno de los miembros.
La pretensión de la gestora es devolver al partido a la senda de la "serenidad" en las próximas semanas para que contribuya a calmar las aguas después de un mes en el que toda la presión ha recaído en el PSOE. "Todo lo que no sea poner el foco sobre nosotros nos va a venir bien", añade el vocal.