Para Génova, Rita Barbera, su otrora gran referente que ganaba por mayoría absoluta las elecciones en Valencia, ya es parte del pasado. "No es del PP", zanjaron desde la dirección nacional tras conocerse que el Tribunal Supremo la ha llamado a declarar como imputada por blanqueo. "No es del PP, y punto", evitaron hacer más comentarios.
Así las cosas, más allá del bochorno por la foto de Barberá entrando al Supremo –ocurrirá el próximo 21 de noviembre a las 10:30h–, en el PP trataron de pasar página y dar al anuncio, que se daba por descontado, la menor relevancia política posible. Al término del pleno del Congreso, ningún portavoz quiso hacer comentarios.
"Ha abandonado el partido, le pedimos que renunciara a la militancia y, a partir de ahí, el presidente del PP ya no tiene ninguna autoridad para con ella", contestó Mariano Rajoy después de la ruptura final, no exenta de una enorme tensión interna. Entonces, el presidente en funciones rehusó reclamar a Barberá su escaño en la Cámara Alta y, ahora, tampoco se quiso dar ese paso público desde Génova. "No es del PP", repitieron una vez más.