El Partido Popular vencería en unas nuevas elecciones con el 36,2% de intención de voto, lo que supone un aumento del 3,17% con respecto al resultado que obtuvo en los comicios del pasado 26 de junio, según los datos del sondeo elaborado por el Instituto DYM que publica hoy El Confidencial. En segundo lugar se situaría Unidos Podemos con un 21,7% del voto estimado, seis décimas por encima de su resultado anterior. El partido de Pablo Iglesias aprovecha la crisis interna del PSOE que se desplomaría 3,06 puntos y pasaría a ser la tercera fuerza en el Congreso con un 19,6% de los votos, el peor resultado de su historia. En último lugar se situaría Ciudadanos con el 11,8% de intención de voto, lo que supondría una pérdida de un 1,25% de los apoyos que tiene actualmente.
Según apunta este sondeo, crece la desmovilización del electorado, lo que supondría un aumento de la abstención en casi cinco puntos alcanzando el 35%, una circunstancia que únicamente beneficiaría al PP y a la coalición entre Podemos e Izquierda Unida. Según estos resultados, la reedición del pacto entre PP y Ciudadanos obtendría prácticamente la mayoría absoluta, asegura El Confidencial, que a pesar de no publicar la traducción de los porcentajes en escaños, afirma que el 48% de los apoyos que sumarían ambas fuerzas, unido al escaño de Ana Oramas de Coalición Canaria, garantizaría un gobierno en mayoría frente al 41,3% en intención de votos que obtendría la suma entre el PSOE, Podemos e IU.
Con respecto a la intención directa de voto, la formación de Pablo Iglesias sigue encabezando las encuestas con un 17,2% y supera en más de un punto al PP, que obtendría el 15,9%. Y de nuevo, la formación política peor parada en las encuestas es el PSOE, que empataría con Ciudadanos en un 7,1%.
El Barómetro sólo recoge de manera parcial los efectos de la crisis interna del PSOE ya que el trabajo de campo realizado a través de encuestas telefónicas a 1.132 personas se llevó a cabo entre el 27 de septiembre y el 6 de octubre, es decir, entre la jornada anterior a la dimisión de los 17 miembros de la ejecutiva socialista y el día después del cambio en los escaños del Congreso y ya con Javier Fernández a la cabeza de la gestora.