El recuento de unas mesas concretas en Vizcaya ha hecho que el último escaño que se repartía en esa provincia caiga del lado de EH-Bildu y no en el del PNV, tal y como había señalado el recuento provisional.
Este cambio hace que los de Urkullu se queden con 28 diputados en la cámara vasca, mientras que los de Otegi suben a 18. El baile podría tener ciertas consecuencias en el día a día de la política vasca a partir de ahora: para empezar los proetarras y Podemos podrían presentar un candidato a la investidura como lehendakari que, por lo que para ser elegido el candidato del PNV tendría que contar con el apoyo o bien del PP o bien del PSE.
Incluso podría darse el caso de una alianza entre EH-Bildu, Podemos y los socialistas vascos que podría otorgar la lehendakaritza a un bildutarra. Si bien, y más en la situación actual de los socialistas, esta es una posibilidad remota.
En cualquier caso, el hecho es que los del PNV ya no podrán aprobar todas las leyes sólo con el apoyo de uno de los cuatro partidos en la cámara vasca, mientras que a partir de ahora no les bastará el apoyo de PSOE o el PP en solitario.