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Susana Díaz tratará de compaginar su liderazgo en el PSOE con la presidencia de la Junta

Su plan inicial es culminar la operación derribo de Sánchez, aunando los cargos de secretaria general del PSOE y la presidencia de la Junta.

Susana Díaz | EFE

Los "expertos" de las mesas camillas socialistas del sur andaluz saben ya que, de convocarse unas próximas terceras elecciones, Susana Díaz no podría ser candidata nacional del PSOE frente al candidato del PP. Por ello, se da por hecho que el plan inicial de la actual jefa del socialismo andaluz es culminar la operación derribo de Pedro Sánchez –son sus hombres y mujeres de confianza los que están principalmente en ello–, aunando los cargos de secretaria general del PSOE y la presidencia de la Junta.

Una vez producida la caída total de Sánchez, si es que tal cosa no acabase en los tribunales ordinarios, habría que dar luz verde condicionada a un gobierno de Mariano Rajoy con una duración tasada en dos años como máximo. En ese tiempo, se podría formalizar un equipo de partido, que cosa heridas, y de gobierno, que recomponga el proyecto nacional, y preparar adecuadamente las elecciones con el fin de acercarse cuando menos en votos y escaños al PP y desinflar el conglomerado de Podemos.

En ese tiempo se mantendría el acuerdo con Ciudadanos en la Comunidad andaluza y podría gobernarse con estabilidad hasta unas elecciones generales que podrían hacerse coincidir con las elecciones andaluzas en el año 2018, con nuevo líder o lideresa socialista en Andalucía.

Pero, claro, esta es la teoría. La primera duda ya la ha expresado Ciudadanos por boca de Juan Marín. En ese panorama, Ciudadanos apoyaría al PP en Madrid y a Susana Díaz en Sevilla siempre y cuando Susana Díaz no se vaya a Madrid en calidad de secretaria general. Si esto último ocurriera, Marín ya ha desvelado que habría que revisar su acuerdo "con Susana" porque ella es la persona de su confianza.

La prensa andaluza subraya este jueves que el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, es igualmente de la confianza de Juan Marín pero el dirigente de Ciudadanos ha proclamado con total claridad que si Susana deja de ser presidenta de la Junta el acuerdo con Ciudadanos está roto. De algún modo, tal postura sostiene la estrategia de Susana Díaz que quiere compaginar temporalmente el cargo de secretaria general del PSOE con la presidencia de la Junta.

¿Y el PP? No podría oponerse en serio a una compaginación que inauguró María Dolores Cospedal cuando presidió el gobierno en Castilla-La Mancha y siguió siendo secretaria general del PP. Otra cosa son los propios Estatutos y costumbres del PSOE y la pregunta de si sería posible en estos momentos de tribulación atender a dos frentes tan amplios y complejos.

Tampoco podría oponerse a que Díaz encabezase una oposición que permitiese un gobierno de Rajoy aunque, ya se sabe, los intereses regionales del PP llevan conduciendo a Juanma Moreno, necesitado de aire para remontar en las urnas, a responsabilizar a Susana Diaz del fraude de la formación, de una nefasta gestión en la Junta y de estar incapacitada para la renovación que necesita el PSOE por representar a un régimen rancio y corrupto. Su marcha podría ser aprovechada por el PP, además, para evidenciar la orfandad andaluza y acusar a la lideresa de menosprecio a Andalucía.

Desde su izquierda, además de responsabilizarla del fraude de la formación, se la acusa de paralizar y bloquear la administración andaluza para usarla como trampolín político. IU ya ha dicho que "ni gestiona ni impulsa ni tiene tensión". Añade que carece de credibilidad y lealtad en sus compromisos y apostilla: "Quien no la conozca, que la compre". IU prefiere naturalmente la posición de Pedro Sánchez.

Podemos, ya se conoce la actual sintonía entre Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias, apoya la posición de Pedro Sánchez, coincidiendo con un sector importante del propio PSOE andaluz que aún no ha dado la cara. Es más, la portavoz parlamentaria adjunta de los "morados", Esperanza Gómez, ya hablado de "traición" señaló si Díaz deja gobernar al PP.

Por ello, parece que la única opción claramente beneficiosa para Susana Díaz es lograr la compaginación temporal entre un presunto ascenso a la secretaría general del PSOE y la presidencia de la Junta de Andalucía hasta unas próximas elecciones generales.

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