Muchos órganos, muchos nombres y muchas voces hablando al mismo tiempo hacen de la crisis del PSOE una de las noticias más confusas de los últimos tiempos. Resuelva sus principales dudas con estas ocho preguntas clave sobre el proceso de implosión del partido socialista.
1. ¿Por qué han dimitido 17 miembros de la Ejecutiva?
El sector crítico ha tratado de dar un golpe de mano que derribase a Pedro Sánchez de la secretaría general tras la serie de fracasos electorales, el bloqueo de la situación política y sus últimas amenazas de formar un gobierno con Podemos y los nacionalistas y blindarse en un Congreso que implicaría unas nuevas primarias.
2. ¿Había ocurrido esto antes?
Este tipo de dimisiones en bloque son una herramienta usada en más ocasiones en el PSOE, la última ocasión en 2014, cuando 25 miembros de la Ejecutiva regional de Castilla y León dimitieron de golpe y provocaron, entonces sí, la dimisión del secretario general regional.
En estos casos y ante la evidencia de haberse quedado en minoría, el líder afectado dimitía, tal y como hizo el propio Julio Villarrubia, hasta ese momento secretario general del PSOE en Castilla y León.
Otro precedente similar es lo que ocurrió en el año 2000, después de la gran derrota electoral con la mayoría absoluta de Aznar, cuando en un comité federal se votó la creación de una gestora que comandó el partido durante varios meses y que estaba presidida por Chaves y formada por 15 miembros del PSOE que representaban a la mayoría de tendencias del partido.
3. ¿Quién tiene razón desde el punto de vista de los estatutos?
Ninguno de los dos bandos en conflicto parece tener de su lado toda la razón desde el punto de vista técnico o jurídico, más allá de que, como muchos socialistas hayan expresado públicamente, la cuestión debe ir más allá de la mera letra de los estatutos del PSOE.
En cualquier caso, el artículo al que se acogen en Ferraz es el 36.o, que es este:
Cubrir las vacantes que se produzcan en la Comisión Ejecutiva Federal y Comisión Federal de Ética y Garantías. Cuando las vacantes en la Comisión Ejecutiva Federal afecten a la Secretaría General, o a la mitad más uno de sus miembros, el Comité Federal deberá convocar Congreso extraordinario para la elección de una nueva Comisión Ejecutiva Federal.
Es decir, estatutariamente no se exige la dimisión del secretario general, aunque se podría sobreentender ésta puesto que se hace necesario un Congreso extraordinario en el que se renuevan los principales órganos de dirección del partido.
Por otro lado, los críticos defienden que la Ejecutiva que se ha reunido este jueves ya no se puede considerar un órgano en funcionamiento al no tener el suficiente quórum de miembros.
4. ¿Se reunirá la Comisión de Garantías?
La batalla legal se está extendiendo también a la convocatoria, o no, de la Comisión Federal de Ética y Garantías que debería dilucidar sobre lo ocurrido en la Ejecutiva y, sobre si este órgano sigue teniendo vigencia o, por el contrario, ya se debe considerar disuelto.
Hay dudas al respecto. Esta Comisión está compuesta por cinco miembros, tres de ellos a favor de los críticos frente a dos oficialistas, pero la presidencia la ostenta la 'pedrista' Isabel Celaá.
Los tres miembros críticos, la andaluza Mª Jesús Montero y los madrileños, Wilfredo Jurado –mano derecha de Tomás Gómez– e Inés Ayala, han presentado un escrito contra la presidenta de la Comisión para exigirle convocar al órgano en 24 horas. Si no lo hace, entienden que "quedaría automáticamente convocada".
5. ¿Habrá una moción de censura contra Pedro Sánchez?
Los Estatutos recogen esta posibilidad que puede ser la última opción de los críticos para tumbar a Sánchez. Sin embargo, para llevarla a la práctica y forzar una votación los críticos deberían recoger antes un tercio de firmas de los 295 miembros del Comité Federal, para así cambiar el orden del día que viene fijado de antemano por la Ejecutiva y en el que, por el momento, sólo aparece la convocatoria de un Congreso Extraordinario.
De presentar esas firmas –algo que parece absolutamente al alcance de los críticos– quien tendrá que decidir si se acepta o no esa votación sería la Mesa de este Comité, cuya composición es, en principio, favorable a la dirección de Sánchez.
En concreto, son tres miembros: la presidenta, Verónica Pérez, que está obviamente entre los críticos; Rodolfo Ares, considerado en principio afín a Sánchez pero, sobre todo, un hombre de Rubalcaba, por lo que cabría esperar un cambio de posición; y la oficialista Nuria Marín, de la que no se puede esperar que esté a favor.
6. ¿Puede impedir Ferraz que se vote esta moción?
La dirección de Ferraz argumenta que el criterio al que hay que atender es que la decisión de aceptar o no el cambio del orden del día e incluir la moción de censura no dependen sólo de la Mesa de Presidencia, sino que ésta debe tomarla "en diálogo y acuerdo" con la secretaria de Organización, esto es, con César Luena. De imponerse este criterio la probabilidad de que se tumbe la votación es alta.
7. ¿Acudirán los críticos al Comité Federal?
En estos momentos resulta imposible saber quién tiene la mayoría en un órgano que está formado por nada más y nada menos que 295 socialistas. De no tener los números a favor para ganar las votaciones que se puedan plantear, una de las posibilidades que baraja el sector crítico es tratar de impedir que la reunión sea válida por falta de quórum, algo que ocurriría si no acude la mitad más uno de los 295 miembros.
En contra de ese criterio se sitúa la interpretación de los estatutos de Ferraz, que ya ha celebrado sin quórum suficiente la reunión de la Ejecutiva en la mañana de este jueves, al considerar que la dirección ya no está compuesta por 35 miembros sino por sólo 18.
8. ¿Quiénes son los principales nombres en cada bando?
Obviamente, Pedro Sánchez lidera lo que podríamos denominar el bando oficialista. Con él están algunas federaciones territoriales como Galicia, Madrid, Navarra, Rioja –dominada por César Luena–, el País Vasco o el PSC de Miquel Iceta.
Entre los nombres relevantes que siguen del lado de Sánchez se puede citar a poco más que su equipo más cercano, con César Luena como hombre en el partido, que es el secretario de organización; y otros cargos relevantes como Antonio Hernando, portavoz en el Congreso; Óscar López, portavoz en el Senado; Patxi López, uno de los personajes más relevantes del partido aunque ya no lidere el PSE; o Meritxell Batet, a la que el propio Sánchez colocó como número dos de la lista por Madrid en las pasadas elecciones.
Otro nombre importante, aunque no tan conocido a nivel nacional, es Francina Armengol, la única baronesa regional del bando de Sánchez que ostenta la presidencia de su comunidad autónoma.
Del lado de los críticos la persona más relevante es, por supuesto, Susana Díaz, la presidenta andaluza que parece, por fin, decidida a asaltar la Secretaría General del PSOE. Junto a ella los más importantes líderes regionales del PSOE, estos sí, presidentes en sus respectivas comunidades autónomas: Emiliano García-Page, en Castilla-La Mancha; el extremeño Guillermo Fernández Vara; el valenciano Ximo Puig; el presidente de Aragón, Javier Lambán; y el asturiano Javier Fernández, un hombre con prestigio en muchos sectores del partido.
Junto a ellos, se alinean también los representantes de la "vieja guardia", es decir, del PSOE de antes de Zapatero, comandados, por supuesto, por Felipe González, pero también con muchos nombres representativos de otras épocas del PSOE como Alfredo Pérez Rubalcaba o José Bono. Incluso el propio Zapatero parece haberse pasado a este sector crítico.
Otros socialistas relevantes y muy conocidos fuera del partido están también en contra de Sánchez: el vasco Eduardo Madina –que fue derrotado por Pedro Sánchez en las primarias en las que se convirtió en secretario general–, la catalana Carme Chacón o el madrileño Tomás Gómez, todos dentro del capítulo de víctimas del actual secretario general que claman ahora venganza.