En poco más de un año, Ada Colau ha pasado de encadenarse a los portales y enfrentarse a los Mossos d'Esquadra en los desahucios a defender la causa vía Twitter, un sistema tan poco eficaz como el presencial, pero mucho más cómodo. La oleada de lanzamientos y ejecuciones hipotecarias en Barcelona en los últimos años fue el caldo de cultivo que auspició que la activista -a sueldo del "Observatorio de Derechos Económicos, Culturales y Sociales" (DESC), sufragado en gran medida por el Ayuntamiento-, se convirtiera en la candidata más votada, aunque lejos de la mayoría.
Con la llegada al poder, Colau trató de mantener vivo su perfil de activista y durante las primeras semanas era frecuente que su servicio de prensa difundiera que la alcaldesa había participado en un recuento nocturno de indigentes sin techo para poner freno al problema o que emitiera contundentes declaraciones sobre el fin de los desahucios de familias sin recursos en Barcelona. Colau se iba a reunir con banqueros, grandes propietarios, especuladores y administraciones para librar a "sus" ciudadanos de las consecuencias sociales de la crisis inmobiliaria.
Fue un espejismo. En lo que lleva de mandato, y según ella misma reconoce, en Barcelona se producen unos diez desahucios diarios y muchos de ellos afectan a personas con niños a su cargo y en situación de extrema vulnerabilidad. La política, la agenda protocolaria, la conciliación entre trabajo y familia, la propaganda sobre asilo de refugiados y ahora la campaña para tomar la Generalidad han modificado sustancialmente las prioridades de Colau.
Este miércoles, dos mujeres, abuela, madre, y tres niños fueron desalojados por orden judicial de una vivienda de alquiler en el barrio de Sants, uno de los más afectados por la crisis y el descontrol municipal, enclave además del edificio okupado de Can Vies que precipitó una crisis de autoridad que contribuiría a llevar a Xavier Trias, el entonces alcalde, a la bancada de la oposición.
Colau ya no tiene tiempo de hacerse cargo de esas situaciones, pero siempre están a mano las redes sociales para mostrar el "compromiso". Enterada por sus excompañeros de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de que agentes de los Mossos d'Esquadra, a requerimiento judicial, habían participado en el desahucio de la citada familia, mostró su indignación con tres enérgicos tuits en los que echaba la culpa del drama al Tribunal Constitucional, al PP, a la Generalidad y a los Mossos. La cuenta de la alcaldesa echaba humo.
En el primero de ellos afirmaba: "Hemos intentado x todos los medios parar el desahucio. Propietario se ha negado y @mossos ha ejecutado. Realojaremos a la familia hoy mismo". En el segundo: "Es urgente la ley contra desahucios suspendida x PP y TC: les hacemos directamente responsables de las 10 órdenes d desahucio diarias en BCN". Y en el tercero remataba la faena del ventilador: "Exigimos a @govern que @mossos no vuelva a desahuciar nunca más a una familia con niños. ¡Los derechos de la infancia han de prevalecer siempre!".
La dirección de los Mossos replicó en la misma red social que los lanzamientos se ejecutan por orden judicial y no gubernativa y que los agentes se limitaron a proteger al secretario judicial ante la presencia de los activistas de la PAH. Este jueves, la alcaldesa insistía y arremetía contra el propietario, al que calificaba de "gran tenedor de viviendas" que había priorizado sus "intereses especulativos".