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Martes negro para Rajoy: Génova intenta que Barberá dé un paso atrás

Barberá muestra resistencia, pero Génova espera que tire la toalla.  "El PP está esperando a que adopte una decisión", admite Feijóo en esRadio

Barberá muestra resistencia, pero Génova espera que tire la toalla.  "El PP está esperando a que adopte una decisión", admite Feijóo en esRadio. 

Martes negro en el PP. La frustración se instaló en las distintas estructuras de la formación en plena campaña de las elecciones gallegas y vascas. Por si no fuera suficiente con el caso Soria y las explicaciones de Luis de Guindos en el Congreso, la jornada comenzó con novedades sobre Jaume Matas y Luis Bárcenas, que aún hoy siguen generado un gran quebradero de cabeza en Génova. Si bien, todo se desmoronó por completo cuando el Tribunal Supremo apuntó directamente a Rita Barberá, que todavía mantiene su carnet de militante y su escaño en el Senado.

Barberá tenía intención de coger el AVE a Madrid para participar en la constitución de las comisiones del Senado, pero se tuvo que dar la vuelta. Recibió la llamada de la dirección nacional, y ambas partes "llegaron al acuerdo" de que no era una buena idea aparecer en la Cámara Alta. Entre otros, despachó con Javier Arenas, que es número dos del grupo popular además de vicesecretario general. Según el entorno de la exalcaldesa, no llegó a subir al tren "por cinco minutos",aunque fuentes del PP deslizaron en un primer momento que la comunicación se produjo en pleno viaje e, incluso, que se apeó en la estación de Cuenca para coger otro AVE camino a Valencia.

Sea como fuere, para la dirección y el grupo popular, la fotografía de Barberá en el Senado no debía producirse bajo ningún concepto. De hecho, tras constatar que la noticia era ya portada de los medios digitales y monopolizaba las tertulias de televisión, en Génova empezaron a buscar fórmulas para intentar que la exalcaldesa, otrora gran referente de la formación, dé un paso atrás voluntariamente. "La situación no es sostenible", reconocieron, también al comprobar la dureza de Albert Rivera, que avisó de que "si el PP quiere que Ciudadanos se comprometa a una investidura, Rajoy tendrá que hacer dimitir" a la senadora.

Además de Arenas, María Dolores de Cospedal y Fernando Martínez-Maíllo fueron clave en las negociaciones con Barberá. Una de las opciones que se plantearon es que pida la baja de la formación pero siga en el Senado como independiente, acatando la doctrina del grupo popular. Es lo que ya ocurre con los concejales apartados en el Ayuntamiento de Valencia, imputados y sin carnet del PP.

Una vía intermedia que no convence a la mayoría en el partido. "Debería irse de forma total", se escuchó de puertas para adentro. "Ojalá renuncie a su escaño de manera voluntaria. No es una cuestión legal, sino ética", afirmó Cristina Cifuentes. "No dudo de su honorabilidad" pero "el partido está esperando a que adopte una decisión", confesó Alberto Núñez Feijóo ante las insistentes preguntas de Luis Herrero en esRadio. "Esto lo deberíamos de haber solucionado hace meses", remató un vicesecretario general, en conversación informal con este diario.

Posible comparecencia de Barberá

Tras una tarde de presiones, en el PP apuntaron a la posibilidad de que Barberá comparezca ante los medios de comunicación este miércoles. Su entorno reconoció que lo está barajando. "Estoy convencida de que hará lo que sea mejor para el PP y para defender su inocencia, en la cual yo creo", destacó Cospedal, muy implicada en la cuestión, desde Galicia. "Estamos esperando a que nos pida la sala de prensa", se explicó desde la formación a nivel regional.

Salvo Rafael Catalá, que aseguró que la investigación del TS no obliga a Barberá a dimitir, prácticamente nadie dio la cara por ella. El PP enmudeció una vez más a la espera de que sea ella la que se retrate. "No estamos diciendo nada, estamos esperando", se contestó oficiosamente desde Génova, con sus vicesecretarios negándose a dar la cara por ella. En la dirección valenciana, también mutismo. "Si ella no se va es competencia de Génova tomar una decisión" ya que "es senadora", se recordó desde el equipo de Isabel Bonig.

En su día, Mariano Rajoy prometió que trataría a Barberá como "una militante más" y la expulsaría en caso de imputación. Cada vez que se le pregunta por ella, se muestra incómodo, incluso enfadado. Le ocurrió, sin ir más lejos, al tiempo que firmaba el pacto con Ciudadanos. "Se ha convertido en un problema", fue lo más que admitió este martes su equipo. En todo caso, mientras el PP caía en el pesimismo, él intentó seguir a lo suyo, esquivando la polémica y recorriendo la provincia de Orense para pedir el voto por Alberto Núñez Feijóo.

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