Artur Mas está entregado a la febril reconstrucción de Convergencia, pero cada vez más oscurecido por su sucesor en la presidencia de la Generalidad, Carles Puigdemont, y el equipo de jóvenes que ha tomado las riendas de la vieja Convergencia, convertida ya en el Partit Demòcrata Català (PDC). Sin embargo, maneja muchos hilos. Entre ellos, algunos de la CUP, a pesar de que es a la formación antisistema a la que se debe su retirada forzosa.
David Fernàndez es uno de esos hilos directos, un amigo de los buenos viejos tiempos. Se ven de vez en cuando y charlan mucho. Están conectados. Este viernes desayunaban juntos, según la exclusiva de dolçacatalunya.com acompañada del pertinente testimonio gráfico de la escena, un encuentro informal en el que David Fernàndez, de espaldas, es perfectamente reconocible.
Fernàndez es el ‘chaval de la chancla’ que amenazó a Rato en una comisión parlamentaria; el ‘chófer’ de Otegui, introductor del personaje en Cataluña y miembro del consejo asesor del expresidiario de ETA en su carrera hacia la presidencia del gobierno vasco; el expresidente del grupo parlamentario de la CUP en la pasada legislatura; quien protegió a la familia Pujol en la comisión parlamentaria tras la confesión del patriarca; y el hombre que se abrazó a Mas ante las cámaras la noche del 9 de noviembre de 2014, fecha del referéndum ilegal.
El mismo que agarró por el cuello a un guardia de seguridad de una tienda de Telefónica durante una protesta de trabajadores. Todo un referente no sólo entre los separatistas catalanes sino también entre en entorno de los terroristas callejeros del País Vasco.
El establecimiento emplazado en la Riera de Sant Miquel de Barcelona, en el distrito de Gracia pero a escasos cinco minutos a pie del domicilio de Mas, se llama Via Fora!, el grito medieval con el que se llamaba a los barceloneses a las armas. Todas las cartas están en catalán y es punto de encuentro de la juventud separatista de orientación tanto republicana como convergente.