Juan Manuel Moreno ha aplazado la guerra del PP de Sevilla mediante la imposición "dialogada" de la suspensión de la celebración de un Comité Ejecutivo Provincial – que ya anticipó Libertad Digital -, el cual arrebataría las funciones de Virginia Pérez, número tres del propio Moreno Bonilla en el organigrama regional, en la secretaría general del PP de Sevilla.
Los desencuentros sistemáticos, crecientemente encendidos y virulentos, muy especialmente, poco antes y durante la campaña electoral pasada del 26 J entre el presidente provincial Juan Bueno y Virginia Pérez, terminaron provocando una gran crisis interna que se ha resuelto provisionalmente con la suspensión de la reunión.
Tras haber solicitado su dimisión sin escándalo por haber pedido la confianza en ella y ante la negativa de la "camarlenga", como se conoce a Pérez en Sevilla, Juan Bueno decidió sin más dilación quitarle las funciones que él mismo, en su calidad de presidente del PP sevillano, le había dado.
Lo que parecía una discrepancia meramente personal ha ido convirtiéndose en una guerra abierta y a cara descubierta entre los tradicionales sectores del PP sevillano desde 2012: los fieles partidarios del ex todo Javier Arenas, aliados con las ambiciones de Virginia Pérez y tal vez con los propósitos de Juanma Moreno de poner el pie en una plaza hostil como Sevilla, y el sector que defendió al candidato de Cospedal, José Luis Sanz, que fue laminado por otros poderes de Génova 13, en una humillante operación de escarnio público.
El origen del conflicto estuvo en la división del arenismo sevillano en dos bloques, derivado del hecho de que Juan Ignacio Zoido y José Luis Sanz aceptaron las decisiones de la secretaria general, María Dolores Cospedal, mientras el otro sector, animado por el propio Arenas, no las aceptó. Es más, acusó a los "cospedalianos" de intentar acabar con los restos del arenismo en Sevilla.
Juan Bueno, hombre vinculado por amistad y trayectoria a José Luis Sanz y Juan Ignacio Zoido, los "amigos" de María Dolores Cospedal en Sevilla y Andalucía, se ha visto en cierto modo desacreditado porque fue quien convocó el comité provincial para defenestrar a Virginia Pérez, pero ha logrado tiempo para reestructurar el PP de Sevilla en septiembre.
El conflicto llegó a sobrevolar el campo de batalla con la constitución de una Comisión Gestora para dirigir el partido tras una posible dimisión de Juan Bueno, lo que hubiera demostrado ante la opinión pública la gravedad de la conflagración.
Los partidarios de Javier Arenas lanzaron la opción de una comisión gestora en la que estuviesen importantes activos de su sector, pero la propuesta fue contrarrestada por otra de Juanma Moreno en el mismo sentido, presidida por uno de los íntimos de Virginia Pérez, el periodista Toni Martín.
Por si fuera poco, según ha sabido Libertad Digital, María Dolores de Cospedal fue informada directamente por Juan Bueno de lo que estaba ocurriendo y, naturalmente, la secretaria general dio su apoyo claro a quienes le han sido fieles, abortándose finalmente la solución de una comisión gestora.
Como dato curioso y alarmante, cuenta el grupo Joly, que el propio delegado del gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ex secretario general del PP con Javier Arenas, ha participado en algunas reuniones del sector arenista, junto a subdelegados del Gobierno, diputados autonómicos y alcaldes, lo que da una idea de la envergadura de la operación.
¿Por qué se ha salvado el sector arenista?
Que el sector crítico es de inspiración arenista no lo duda ya nadie. Primero, la caseta que dio nombre a la Operación Manijero es la de uno de los principales colaboradores de Javier Arenas desde hace décadas, Jaime Raynaud. Segundo, los asistentes a las reuniones paralelas de los críticos han estado plagadas de íntimos colaboradores de Javier Arenas. Tercero, uno de los primeros en felicitarse por la suspensión del Comité Ejecurivo ha sido el propio Arenas.
Pero los números no encajaban. Quizá por precipitación de la desaforada Virginia Pérez, a la que el sector oficial de Juan Bueno considera una mujer de paja que tapa al verdadero candidato de Javier Arenas para hacerse con el PP de Sevilla, se desencadenó una batalla con la que no se contaba con una mayoría clara.
De hecho, sólo 54 de los más de 150 componentes de Comité Ejecutivo Provincial, cuyo número puede oscilar, pidieron votación secreta y apoyaban abiertamente la opción de Virginia Pérez. De haberse producido la votación, secreta o no, lo más probable era que hubiese ganado Juan Bueno y el sector cospedaliano por casi el 70 por ciento de los votos. Esto es lo que ha querido evitar Juanma Moreno.
Ante esta tesitura, que hubiera supuesto la defenestración de Virginia Pérez, su número tres en el aparato regional con graves costes de imagen y descontrol, Juanma Moreno ha decidido suspender el comité, aplazando una guerra abierta ya a las claras, hasta el mes de septiembre donde a cambio ha tenido que conceder manos libres a Juan Bueno para organizar el partido del que es presidente, cargo que en el PP es la cúspide de la jerarquía política.
A pesar del aparente respiro de Virginia Pérez, que no ha sido fulminada, y sus aliados, su imagen ha resultado deteriorada en el transcurso de estas batallas y por ello, el sector oficial espera que el sector de Javier Arenas dé a conocer pronto el nombre de su tapado o tapada para regir el PP de Sevilla tras el achicharramiento de la impulsiva abanderada.
Igualmente, la figura de Juan Bueno ha resultado marcada por las circunstancias y es probable que su sector propicie alguna tercera vía con algún nombre diferente para presidir el PP de Sevilla en el próximo congreso.
O sea, que la guerra no sólo no ha terminado, sino que se ha recrudecido; que Juanma Moreno ha mostrado que no controla importantes espacios políticos del PP andaluz; que Javier Arenas no ha logrado recupera el control del PP sevillano y que Zoido, Sanz y demás oficialistas que apostaron por Cospedal hace dos años necesitan la ayuda urgente de la secretaría general, ahora valor en alza, si quieren sobrevivir. En el horizonte, el congreso nacional, el congreso andaluz y el congreso sevillano del PP.