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El brazo civil del proceso separatista apuesta por otro referéndum ilegal

"Reset" en el proceso separatista: La "Assemblea Nacional Catalana" (ANC) apuesta ahora por un referéndum y renuncia al proyecto de Junts pel Sí.

Acto de la Asamblea Nacional Catalana el pasado mes de junio | EFE

El proceso separatista vive horas críticas. El pacto de gobernabilidad entre Junts pel Sí (CDC y ERC) y la CUP es papel mojado. Mas se sacrificó en vano y la Generalidad carece de los presupuestos necesarios para forjar las estructuras de Estado (Hacienda, banca y diplomacia) suspendidas por el Tribunal Constitucional y los antisistema de la CUP no hacen más que votar en contra de las propuestas del gobierno regional y su grupo parlamentario.

De tal manera que la ANC dé por muerta la "hoja de ruta" prevista por Artur Mas, su sucesor en la presidencia de la Generalidad, Carles Puigdemont, y el jefe del proceso, vicepresidente de la Generalidad y líder indiscutible de ERC, Oriol Junqueras. De los tres, el último es el más tranquilo ante el viraje de la ANC. ERC no es dogmática en materia de romper con España. Según las declaraciones de sus popes, cualquier manera vale para declarar la independencia, sea por la vía de un nuevo referéndum ilegal o por la del balcón. La primera opción es el RUI (referéndum unilateral de independencia), la segunda, la DUI (declaración unilateral de independencia), consecuencia inevitable del primer supuesto.

En el orbe separatista, el referéndum es un señuelo insuperable para Podemos y su versión catalana, así como para el PSC, inmerso en un debate sobre la "vía canadiense" y el "derecho a decidir". La complicidad de ERC es sustantiva para el brazo civil del separatismo, que ha perdido fuelle, capacidad de movilización y por encima de todo credibilidad.

Según un documento al que ha tenido acceso La Vanguardia, la ANC cree que el referéndum de independencia es el único camino, entre otra razones, según se puede leer en el "argumentario" separatista, porque "el Estado español evitará hacer uso de la fuerza porque si lo hicieran sería una imagen internacionalmente demoledora. Ese día ya habríamos ganado".

Puigdemont y Mas son absolutamente contrarios a las elucubraciones de la ANC. El primero pretende alargar su estancia en el poder por encima de los dieciocho meses pactados y si supera la moción de confianza de septiembre con la que retó a la CUP por no aprobar los burocráticos y "españolistas" presupuestos de Junqueras. El segundo está en fase de refundación del partido y no quiere distracciones y aspira a una repetición de las elecciones autonómicas. La CUP que fue su verdugo es ahora su aliada.

La página digital Dolça Catalunya, contraria al "proceso" resume el contenido del argumentario y subraya los aspectos más delirantes.

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