Desconocemos la fecha, pero los separatistas catalanes ya se están moviendo para preparar su discurso a la espera de recibir la llamada del líder del PP y presidente en funciones Mariano Rajoy. No habrá sorpresas en cuanto a su oposición a ofrecerle apoyo para la investidura pero sí en los asuntos que aprovecharán para poner sobre la mesa. Los independentistas siguen dolidos por el caso de las grabaciones al ministro del Interior y siguen exigiendo la dimisión de Jorge Fernández Díaz por considerar que su único objetivo era el de incriminar a toda costa al partido de Oriol Junqueras y al de Artur Mas para debilitar las aspiraciones rupturistas.
Será un asunto que el presidente en funciones no podrá esquivar, ha dicho este sábado el cabeza de lista de ERC, Gabriel Rufián en una entrevista en Cataluña Radio en la que ha asegurado que es una excelente oportunidad "para pedirle las explicaciones que no le pide la Fiscalía e intentar ponerle la cara colorada a ver si tiene vergüenza o no la tiene". El dirigente separatista ha confirmado su más que previsible rechazo a dar apoyo al candidato del PP aunque ha justificado que sí aceptarán sentarse a escuchar sus propuesta porque "siempre hemos hablado de todo con todos". Por supuesto no perderá la oportunidad Rufián de poner sobre la mesa la hoja de ruta independentista, ha asegurado que "aprovecharán las instituciones" para defender la ruptura con España y sobre eso también informarán a Rajoy.
No hay opción de marcha atrás como tampoco la habrá en el partido de Artur Mas que la próxima semana se enfrenta a una cita determinante para el partido y que podría coincidir con la reunión prevista con el presidente Rajoy. El próximo 8 de julio, la formación de Artur Mas rebautizará sus siglas para intentar alejarse lo máximo posible de la vieja convergencia de las 15 sedes embargadas y con una definición de nuevo partido que, al menos, sobre el papel, evitará considerarse como una "formación independentista".Mariano Rajoy no contará por tanto, tal y como estaba previsto, con los apoyos de ERC ni de CDC pero ambos partidos si que auguran una investidura rápida porque en esta ocasión ven que el presidente en funciones "sí se está moviendo".