Comenzó prácticamente ausente, sin apenas tiempo de intervención y viendo cómo dominaban sus contrincantes a izquierda, derecha y centro, Pablo Iglesias, Mariano Rajoy y Albert Rivera. Con éste último apenas hubo menciones directas. Como si de un pacto de exsocios se tratara, respetaron sus respectivas estrategias sin propinarse un mínimo arañazo.
Pero algo pasó en el primer descanso publicitario cuando Óscar López, el negociador del debate a cuatro, pasó al plató a asesorar a su candidato. Sánchez despertó y pasó al ataque, tal y como le pedían algunos dirigentes socialistas. Hasta el momento, había puesto el foco en Rajoy, tanto en el bloque de Economía y Empleo como en el de Políticas Sociales, pero el tercero sobre Corrupción sirvió para conseguir su objetivo real: conseguir arrebatarle a Pablo Iglesias su disfraz de socialdemócrata.
"Me gustaría que al hablar sobre corrupción también hablaras de Monedero o la beca de Errejón", le atizó Sánchez. "Madre mía" repitió Iglesias enfurecido en contraste con un Iglesias que se dedicó previamente a tender la mano al PSOE para un futuro gobierno progresista.
"Yo agradezco la mano tendida de Iglesias pero que suelte antes la mano de Rajoy", dijo entre risas el candidato del PSOE para quien PP y Podemos "son dos fuerzas extremas que coinciden en el objetivo de ir contra el PSOE". Ése era el segundo objetivo del equipo socialista: romper la estrategia de la polarización entre PP y Podemos que deja sin espacio a un PSOE relegado a tercera fuerza política. Y lo hizo más de seis veces y en diversos bloques: "No ha sido posible un Gobierno de cambio porque usted, señor Iglesias, ha votado con el señor Rajoy".
Y lo que creen en Ferraz es que lo han conseguido. "Se acabó la 'bipolarización'. La estrategia de la bipolarización de PP y Podemos ha fracasado esta campaña". Consideran que la actuación de Pedro Sánchez "para los nuestros, es muy positiva. Va a movilizar a nuestro electorado porque hemos roto la estrategia de los dos".
Y lo ha hecho, según fuentes de la dirección consultadas por Libertad Digital, porque ha conseguido "sacar de quicio a los dos". A Mariano Rajoy, cuando pidió la dimisión del presidente del Gobierno en funciones porque "España no se merece tener a un presidente como usted". Rajoy "se quedó en blanco, se encasquilló", dicen en el PSOE. Y sobre el líder de Podemos porque "Pablo Iglesias ha perdido el debate. Venía con la estrategia del niño bueno y Pedro ha conseguido sacarle de sus casillas y que salga el verdadero Pablo".
Así resumen los dos principales asesores de Pedro Sánchez un debate que consideran "buenísimo" para su electorado, si bien reconocen el protagonismo y buen hacer del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con quien Sánchez parecía tener un pacto de no agresión. "Rivera ha hecho un gran debate", reconocen fuentes de la dirección que también admiten que "le ha dicho a Iglesias lo que Pedro no puede decirle".
Aclamado en Ferraz
El candidato socialista ha abandonado el Palacio de Congresos de Ifema dirección a la sede socialista de Ferraz 70, donde le esperaban un centenar y medio de militantes. "Sí, sí, sí, el cambio ya está aquí", coreaban ante la llegada de Sánchez quien ha querido hacer el paseíllo de entrada a pie bajándose de su coche oficial junto a su mujer, Begoña Gómez.
Rodeado de banderas socialistas, el líder del partido ha querido dedicar unas palabras de agradecimiento a los militantes que han seguido el debate desde el cuartel general del PSOE y ha prometido no hablar del debate pero sí se ha congratulado porque esto sirva para movilizar al electorado que hace unos días reconocía estar "desanimado". Despejada ya la sede, se encontraban los dos equipos de seguimiento, el de Ferraz y el que acompañaba a Pedro a Ifema: "Ha ido muy bien", se decían al abrazarse dos 'mandamás' del socialismo.