Mariano Rajoy apuró las últimas horas de precampaña pateándose la calle. En Jerez, la cantidad de gente y las altas temperaturas hicieron que acortara su recorrido por el centro. Veinte minutos tardó en recorrer menos de cien metros. Después, en Ceuta, fue ovacionado cada vez que hacía referencia a la unidad nacional. En cuanto a sus discursos, breves y sin novedad, como ya avisó su comité de campaña. "España no está ni para experimentos ni para bromas", proclamó en la localidad andaluza.
A la espera de la tradicional pegada de carteles, Rajoy ya está en modo campaña. Lo lleva estando desde hace muchas semanas, toda vez consideró imposible que sus adversarios políticos llegaran a un acuerdo de gobierno. Este miércoles, volvió a los paseos electorales, que le permiten el contacto con la gente. También visitó, en el caso de Jerez, una fábrica de embutidos y jamones. "España está para formar un gobierno que sea capaz de generar confianza, que tenga los objetivos claros, y algunos los tenemos, y que sea capaz de aplicar medidas para conseguir los objetivos", señaló en su breve intervención ante los medios.
La estrategia está marcada desde hace tiempo, y hasta la fecha no está sufriendo variaciones. El PP o el caos, como sintetizan en Génova. Jorge Moragas y su equipo están obsesionados con "los restos" y con recuperar medio millón de votos de Ciudadanos que les permita subir hasta diez escaños. Y, para conseguirlo, Rajoy se desplazará hasta el 26J a provincias consideradas "clave", como Alicante, Málaga o Badajoz.
Tanto en Jerez, como después en Ceuta, Rajoy apeló al voto útil. "Nuestro partido no se inventó en un cuarto de hora ni en la televisión", afirmó, denostando a Ciudadanos, aunque no se refirió explícitamente a dicho partido. "Somos un gran partido, hemos superado muchas dificultades y hemos dado la cara en estos cuatro años y en los últimos cuatro meses", se reivindicó. A renglón seguido, se refirió otra vez a sus rivales: "Otros fueron incapaces de hacer nada, veremos qué hacen tras" las elecciones.
No hubo ninguna novedad en sus intervenciones. En algunas ocasiones, de hecho, parecían un calco de la campaña electoral de diciembre. "Algunos se quieren dar de cabeza contra la realidad", dijo en relación a los que niegan la recuperación económica. "El gran objetivo es crear dos millones de puestos de trabajo en los próximos cuatro años. Yo digo que se puede hacer", arengó a los suyos en Ceuta. "Estamos a mitad de la tarea, con un proyecto en marcha, y los demás lo único que han querido es torpedear nuestras políticas", alertó.
Rajoy llegó a presagiar que tendrá un "apoyo muy mayoritario" de los españoles el día de los comicios. "Nosotros estamos aquí" y "los españoles saben lo que hemos hecho", sacó pecho una vez más. En la ciudad fronteriza, el candidato del PP también se dio un paseo y visitó sus instituciones, acompañado de su presidente, Juan Jesús Vivas.