El equipo de campaña de Mariano Rajoy está obsesionado con "los restos". Esto es, con el puñado de votos que hace decantar el último escaño de una provincia a una u otra formación. Jorge Moragas ha señalado en rojo aquellas circunscripciones en las que "por 700 votos" el PP podría sumar un representante más, y es allí donde aparecerá el candidato, dándose paseos y tomándose una caña en la plaza mayor de la localidad. Los puntos clave se multiplican en el mapa. Entre muchos otros, Málaga, Almería o Granada en Andalucía, Alicante en la comunidad Valenciana o Guadalajara en Castilla-La Mancha.
Para convertir en azul el último escaño, Moragas afirmó el lunes que el objetivo es "romper" la barrera del 30% de los votos. "No basta con ese 30%. Para recoger todos los restos, deberíamos llegar al 31%", añadieron fuentes de su equipo, tras el análisis de las últimas encuestas. La participación también cambiará mucho el panorama, según las distintas variantes estudiadas por el PP. En ese punto, eso sí, en Génova recalcan que su votante está muy movilizado. "Los nuestros irán a votar sí o sí a la cita con las urnas", según el entorno de Rajoy.
Con "los restos" como gran prioridad, Ciudadanos vuelve a convertirse en el enemigo abatir, y de ahí que se vaya a machacar el mensaje del voto útil. Según los cálculos del comité de campaña, el trasvase de votos del PP al partido naranja en diciembre provocó que se quedaran sin un escaño más en al menos 10 provincias. Pese a ello, Rivera no consiguió el número de votos suficientes para alcanzar un representante y, en cambio, sí lo obtuvo Podemos. Ponen el ejemplo de Burgos: "El PP sacó dos escaños, el PSOE uno y Podemos otro" mientras que "Ciudadanos nos quitó mucho -sacó más de 30.000 votos- pero no logró representante". En Guadalajara también creen que, si recuperan parte de lo perdido por Ciudadanos, Pablo Iglesias perdería el escaño "y nos quedaríamos con dos nosotros y uno el Partido Socialista". Hay más: "Teruel, Lérida, Badajoz...".
En total, casi medio millón de papeletas. Un objetivo "primordial" para Rajoy, consciente de que cuantos más escaños, más fuerza de cara a la ardua negociación a la que se enfrentará con el resto de formaciones políticas tras el 26J. "Hemos trazado un camino y vamos en la dirección correcta", arengó el líder del PP, este martes, a quienes le acompañan en la candidatura por Madrid. "Si no nos desviamos del rumbo, somos moderados en forma y fondo y no perdemos el tiempo, tenemos un buen objetivo por delante", añadió en una conocida azotea de la capital. Los cálculos para Madrid es que actualmente hay dos escaños en el aire: "Obtuvimos 13 y podemos llegar a 15", según las citadas fuentes. Marimar Blanco -la número 14- es consciente de ello, y se muestra moderadamente optimista: "Veo más ambiente en las sedes, ahora va más gente".
Andalucía, Valencia y Madrid
El PP trabaja para conseguir hasta 10 escaños más, y en línea con esa aspiración está diseñada la caravana electoral de Rajoy, que podría sufrir aún modificaciones dependiendo de lo que digan las encuestas. "Ahora podemos identificar con mayor precisión las circunscripciones en las que podemos mejorar", se reafirmaron. Y de ahí que su primer destino de campaña sea Alicante. En concreto, visitará las localidades de Santa Pola -donde el presidente obtuvo la plaza de registrador de la propiedad- y Torrevieja, un ayuntamiento que el PP quiere poner de ejemplo porque se quedó a un concejal de la mayoría absoluta y ahora lo gobiernan cinco partidos, con Ciudadanos como facilitador del cambio.
Según su entorno, Rajoy no arriesgará, y seguirá polarizando la campaña. "La tendencia es ascendente, pese a que subimos muy lentamente. La meta es lograr medio punto e, incluso, un punto más", en palabras de uno de sus asesores. No todos en el PP son tan optimistas: "Yo sigo viendo poca movilización. Está todo muy parado", según un líder autonómico, en una reciente charla informal con periodistas. "La volatilidad es enorme", reconocen desde el propio equipo de campaña.
Sea como fuere, una vez más, Rajoy volverá a patearse España, en especial Andalucía y Valencia, con incursiones en pequeños municipios para vender la idea de que el PP es el único que defiende la España rural. Donde no llegue el presidente, estarán Soraya Sáenz de Santamaría o María Dolores de Cospedal, amén de otros portavoces elegidos por Moragas. "No es una sola campaña, son 52 campañas singulares. Cada circunscripción es decisiva", remataron las fuentes consultadas.