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Rajoy: "Algunos piensan que son los primeros hombres buenos puestos por Dios en la Tierra. Desconfíen"

Los integrantes de la Junta Directiva ovacionan a Rajoy tras su discurso. Nadie hace uso del turno de réplica. Moragas pide "unidad" en el discurso.

Mariano Rajoy acabó su intervención y todos se levantaron a aplaudirle. Después, se abrió el turno de réplica, pero ya había quienes se estaban marchando. Nadie tomó la palabra, pese a que fueron cientos los cargos convocados a la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos. "Nuestro ego es bastante menor al de otros", se despidió Rajoy, solventado el trámite de aprobar las coaliciones con UPN, Foro y el PAR. Muchos barones, todos los que tienen poder institucional, volvieron a ausentarse.

En todo caso, Rajoy pudo constatar que su control del PP es total. Nadie le tose de puertas para adentro, a diferencia de lo que está ocurriendo en el PSOE. "Quién diría que estaríamos tan bien hace sólo unas semanas", sacan pecho los suyos, defensores ahora de su manejo de los tiempos. Su intervención aportó pocas novedades. El discurso del miedo, por un lado, y las advertencias veladas sobre Ciudadanos, por otro.

De nuevo, Rajoy avisó a los suyos de que la economía ha de ser la prioridad. Lo repitió con insistencia. "De esto se habla poco. ¿Qué es la política? Se supone que es una actividad para servir a los ciudadanos" y "nuestros objetivos son muy claros y entendibles", se justificó. Además, reiteró que defenderá la unidad nacional y que no se cierra a reformas institucionales como cambiar la ley para que gobierne el alcalde más votado. "Hay que ser más eficaces en la lucha contra la corrupción", dijo en un momento determinado, sin hacer referencia expresa a los casos que afectan al Partido Popular. Rita Barberá, señalada internamente por muchos, no acudió a la reunión.

El PP le aplaudió especialmente cuando se refirió a Ciudadanos. No citó expresamente a Albert Rivera, pero la mayoría entendió que estaba hablando de él. "Algunos piensan que con ellos empieza todo y que son los primeros hombres buenos puestos por Dios en la tierra. Desconfíen de ellos, al Gobierno se llega aprendido", enfatizó. Antes, ya se había revuelto contra los "adanes que creen que el mundo empieza con ellos" y recomendó "huir de aventuras y experimentos". Y, por si cupieran dudas de que sigue teniendo a Rivera en la diana, le acusó de engañar en la negociación para reducir el gasto de campaña. “Querían subir su presupuesto y que bajara el de los demás”, fueron sus palabras.

Para Rajoy, todo lo que no sea que él siga en la Moncloa es malo para España. El PP o el caos, como ya publicó este diario. "Lo capital es no volver atrás, eso sería fatal. No podemos volver a las políticas que llevaron a España a la situación de finales de 2011, que son políticas pasadas en el tiempo y que sólo producen miseria en el conjunto de los países", alertó, y se quejó del pacto alcanzado por el PSOE y Ciudadanos para intentar alcanzar el Gobierno. "Pretender que apoyáramos a Sánchez no tenía ningún sentido. Su programa era echar al PP. No querían hablar", se reivindicó una vez más.

El presidente en funciones se mostró satisfecho de su proceder durante los último cuatro meses, y llamó a la movilización de cara al 26J. "Nos vamos a jugar mucho. Entiendo que la gente esté cansada pero que se repitan las elecciones es una buena oportunidad para que se tome una buena decisión", destacó. Y metió miedo una vez más: "Optaremos entre la estabilidad o deslizarnos hacia la incertidumbre o la inestabilidad". Y remató: "No se trata de dar espectáculo, se trata de forma un Gobierno que no cree problemas y que trate al país en serio".

Antes, fue Jorge Moragas el que tomó la palabra, en calidad de director de campaña. Lo más llamativo, amén de que sacó pecho de que el PP "se mantiene" en las encuestas, es que pidió a todos "unidad en el mensaje". Pablo Casado, por ejemplo, se ha distanciado de la cúpula en sus críticas a Ciudadanos. "Tuvimos un resultado positivo el pasado 20 de diciembre", destacó, toda vez también entonces la estrategia. Por su parte, María Dolores de Cospedal ensalzó "la fortaleza" de Rajoy y su capacidad "para darnos lecciones". Otra vez, aplaudieron todos. "Soy optimista sobre el futuro de España" y “no es una ocurrencia”, les animó el líder.

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