No se recuerda en el juicio del caso Nóos una jornada tan aciaga para la infanta Cristina. Curiosamente ha coincidido con las declaraciones como testigos de varios especialistas policiales que intervinieron en el impulso a la investigación de la trama cuando estalló en noviembre de 2011.
Una responsable del grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional ha estrechado el cerco entre las maniobras presuntamente ilícitas de la empresa matrimonial Aizoon y la hermana del Rey. En un momento de su interrogatorio ha afirmado que doña Cristina escogió y encargó un cuadro cuya adquisición fue posteriormente facturada a la sociedad, investigada por asumir gastos personales y defraudar a Hacienda. Hablaba en concreto de una obra de Carmen Galofré que, de acuerdo con la información que prestó la galería donde esta artista expuso en 2006, fue adquirido por la infanta.
La segunda embestida ha corrido a cargo de uno de los inspectores de Policía que también participó en el origen de la instrucción. El agente ha recordado que varios exempleados de Aizoon declararon en sede policial que Cristina de Borbón estuvo presente en sus entrevistas de trabajo. Esta afirmación confronta con uno de los argumentos de defensa de la infanta, que siempre ha delegado la gestión de la sociedad matrimonial en Iñaki Urdangarin y sus asesores. A colación de este testimonio, el fiscal Pedro Horrach le ha pregunta si se planteó en ese momento una investigación por un presunto blanqueo a la infanta, a lo que el inspector ha contestado con un escueto "no".
La prueba del delito
El testimonio más relevante del día lo ha prestado la responsable de la Policía Nacional que coordinó las investigaciones. Ha aportado datos hasta el momento desconocidos como que, en los primeros registros, los agentes se incautaron de documentación que recogía los mecanismos para sacar fondos de España a Belice a fin de blanquearlos. También ha añadido que, encontraron un papel con el título "dinero B" en una caja fuerte hallada en la vivienda de Diego Torres, el exsocio de Urdangarin, que obligó a los cuerpos de seguridad a saltar la valla del domicilio porque no abrió la puerta. La testigo ha relatado cómo en uno de los registros el propio Torres "estaba en blanco y no era capaz de reaccionar".
A la agente le llamó la atención en un primer momento la "falta de seriedad" del Instituto Nóos, puesto que incluían facturas en los convenios alcanzados con la Administración Pública que incluían conceptos como cenas excesivas o la contratación de un pianista. Unas facturas que "no justificaban ni de lejos las cantidades" ingresadas e incluso algunas "eran facilitas de ver".
La responsable de la Policía Nacional ha explicado por último cómo en el registro a la sede de Aizoon los hermanos Tejeiro facilitaron el acceso a la documentación que recogía la puesta en marcha de una estructura fiduciaria internacional con la que los líderes de Nóos habrían defraudado a Hacienda y blanqueado capital.
Expectación mediática por los testigos
A lo largo de esta semana en la que regresan las declaraciones de testigos en el juicio del caso Nóos, se esperan las comparecencias de varias personalidades. Este miércoles ha sido el turno de José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto. El Tribunal presenciará este jueves los interrogatorios al exalcalde de Madrid y exministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, además de al expresidente del Consejo Superior de Deportes Jaime Lissavetzky, y al exjefe de la Casa Real Fernando de Almansa Moreno-Barreda.
Finalmente, el viernes declarará el exvicealcalde de Madrid Manuel Cobo, propuesto por la defensa de la exconsejera delegada de Madrid 16 Mercedes Coghen. La fase de testificales entra así en su recta final, tras el interrogatorio de más de 300 testigos que han prestado declaración en la vista oral desde el pasado mes de marzo.