Son los dos mensajes que quería dejar la presidenta andaluza, Susana Díaz, en su paso por Madrid. Primero, que lejos de las esperanzas de su secretario general, Pedro Sánchez, el PSOE no está en mejores condiciones de aspirar a la presidencia del Gobierno; y segundo, y en contra de la lógica consecuencia de lo primero, que no pedirá menos a Pedro Sánchez sino más, elevando el listón de los 90 escaños.
"Yo quiero que el PSOE gane. Sólo contemplo que gane. Y nuestra experiencia en estos cuatro meses nos dice que, pese a nuestra voluntad y la generosidad del PSOE, un partido con 90 escaños es imposible que forme Gobierno, por lo que hay que ganar".
Un mensaje con el que la baronesa socialista deja claro que su federación, la más potente de España, no le permitirá el "teatrillo y postureo" de estos cuatro meses que también ha denunciado Díaz.
A Susana le cuadra su plan
"Todos hemos estado entretenidos en el teatro", ha reprochado la presidenta andaluza incluyendo también al PSOE y denunciando "cosas fuera de la lógica que hacen que sea normal que los ciudadanos estén cabreados"."Se ha desconcertado a los ciudadanos, se les ha cansado con este teatro en el que todo el mundo buscaba el minuto de gloria".
Fuentes de su entorno creen que este "postureo" le pasará factura a todos los partidos, pero también al PSOE y ven por ello "más difícil" las elecciones del 26 de junio que las del 20 de diciembre. "Va a ser una campaña rara" dice el entorno de la presidenta que no es optimista respecto a los resultados del PSOE si bien creen que "no habrá sorpasso" de la coalición Podemos-IU en estos comicios. Lo que sí constatan es que habrá un peligroso acercamiento que puede erosionar aún más al PSOE sobre todo en el ámbito rural, que es en donde aspira Podemos sacar rédito de esa confluencia.