Son uno de los grupos de referencia de la escena musical de la extrema izquierda, se autodefinen como marxistas y tienen excelentes relaciones con políticos como Alberto Garzón, Íñigo Errejón o Tania Sánchez, que aportaron textos al libreto de su último CD, La estanquera de Saigón.
Sin embargo, el líder político más cercano a Los chikos del maíz parece ser Pablo Iglesias, que en 2013 llegó a coescribir un libro con Nega, uno de los integrantes de esta banda valenciana que, paradójicamente, prefiere rapear en español.
Para que no queden dudas, el propio Nega hablaba de su apoyo a Podemos en una entrevista a finales de 2014: "Sentimental y teóricamente estoy más cerca de IU y el PCE, pero Pablo, Monedero y compañía son comunicadores bestiales y, tácticamente, han dado una lección política que se estudiará en las facultades. Me posiciono con ellos por razones tácticas".
Nueva canción
Unas posiciones políticas que, desde luego, no esconden en su nueva canción, "La soledad del corredor de fondo", como tampoco esconden la forma violenta y totalitaria que tienen de entender la política.
Así, la larga letra de la canción, disponible desde hace unas horas en Youtube, empieza por alabar otras manifestaciones violentas: "Lo reconozco, me ponen los Titus de Guillermo Zapata" y a partir de ahí va recorriendo todos los tópicos de la izquierda actual en España, sin olvidar, por ejemplo, al delincuente Alfon: "El pequeño Nicolás se forra, Alfon resiste en una celda".
Hay referencias a personajes de lo más variado, pero especialmente dentro de lo que se podría entender como el ámbito de la derecha: Rafael Hernando, Margaret Thatcher o Bertín Osborne -"un machista reaccionario"-, aunque también para algunos que huyen de esa clasificación: "Líderes de pacotilla como el cuñado falangista Miguel Ángel Revilla".
También hay consignas baratas más internacionales, se relativiza el terrorismo y se ataca a Israel y a Occidente –"están llorando en París lo que en Gaza consienten"- y por supuesto al cristianismo: "Nadie te hablará nunca de integrismo cristiano".
Lo peor, no obstante, se reserva para dos figuras destacadas del PP, el diputado y vicesecretario de comunicación, Pablo Casado, al que desean "zulo y trabajos forzados" y la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, para la que piden "gulag con Álvaro Ojeda".