El diario de Prisa no ha sido en ningún momento de esta semana uno de los líderes en la información –ni la opinión- sobre el exministro José Manuel Soria y las sucesivas revelaciones sobre su presencia en sociedades en paraísos fiscales.
Quizá para compensar esta falta de protagonismo, El País se destapa este domingo con un durísimo editorial con el título No da para más, en el que exige que el presidente del gobierno en funciones abandone por la dimisión de Soria. Es un argumento que, además, el rotativo ya empieza a fraguar desde el titular principal de la portada de su edición de papel: "La dimisión de Soria pone contra las cuerdas a Rajoy".
Sin embargo, a El País no le resulta sencillo explicar por qué "debería de significar el final del propio Rajoy" que un ministro suyo tuviese una empresa en Jersey una década antes de ser nombrado. Para ello, y este es sin duda alguna uno de los detalles llamativos del texto, utiliza los argumentos de dos de los enemigos reconocidos de Soria en el Ejecutivo en su comparecencia de este viernes: "Nadie que haya operado en paraísos fiscales puede estar en el Ejecutivo, según doctrina explicitada ayer por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y ratificada por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría".
Más adelante, el editorialista trata de basarse en las propias declaraciones de Rajoy, pero el resultado es contradictorio por no decir grotesco: "En algunas entrevistas recientes, el presidente en funciones reconocía que se sentiría afectado por la corrupción cuando le afectase a sí mismo o a un miembro de su Gobierno", explica el texto, para afirmar a continuación que "llegó ese momento" pero reconocer acto seguido que "ignoramos si la actividad de la sociedad de los Soria en Jersey tenía que ver con la corrupción. Tal vez no". Es decir: como el presidente dijo que dimitiría si había un caso de corrupción tiene que dimitir ahora por un caso que no sabemos si es de corrupción.
De hecho, incluso admitiendo que Soria hubiese cometido alguna ilegalidad, esto sería un comportamiento reprobable que debería acarrear la dimisión, pero no sería un caso de corrupción política puesto que se trata de actividades privadas.
El País, finalmente, termina su editorial con la frase definitiva: "No da para más. Se ha ido Soria y el PP tiene que regenerarse a fondo, reinventarse, sin Rajoy". ¿De la mano de quién? El editorialista de Prisa no llega a dar nombre, quizá porque ni siquiera sea necesario.