De poco ha servido que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, haya pedido la comparecencia para informar sobre el último Consejo Europeo porque el conflicto sigue vivo. Si el miércoles 6 de abril por la mañana Rajoy dará cuenta sobre la política europea en relación a la crisis de los refugiados, por la tarde se debatirá y votará el conflicto de atribuciones por la negativa del Gobierno en funciones a comparecer en el Congreso.
De hecho, el presidente del Congreso ha considerado que esta comparecencia de Rajoy se enmarca "dentro de la normalidad del control parlamentaria" y refuerza las tesis de todos los grupos salvo el PP que habían exigido su comparecencia. Los mismos grupos votarán a favor de ese conflicto de atribuciones que llegará al Tribunal Constitucional en el plazo de un mes desde la votación del miércoles.
Un conflicto institucional entre el Gobierno y el Parlamento liderado por Patxi López que ha decidido subir un peldaño más en esa ofensiva al anunciar que "la semana que viene la Junta de Portavoces ordenará el pleno de una sesión de control con preguntas e interpelaciones" pero sólo en las cuestiones "que afecten a las funciones del Gobierno en funciones".
López ha explicado que será el Gobierno quien decida si acepta o no está convocatoria y ha pedido "no adelantar acontecimientos", pero ha recordado que el miércoles por la tarde comenzarán los trámites para que el conflicto de atribuciones llegue al Tribunal Constitucional por su negativa a comparecer en funciones.
Desde el PP, el portavoz parlamentario, Rafael Hernando, calificó de "disparate" la posición del presidente del Congreso. "Me preocupa que se esté utilizando la cámara para formular actos de desgaste al Gobierno en un uso espurio y torticero de esta cámara".