La fiesta llegó al final, y el Partido Popular votó en contra de la investidura de Pedro Sánchez. "Ha perdido las elecciones, ha perdido esta investidura, nos ha hecho perder el tiempo a todos, ha generado falsas expectativas y las ha defraudado", resumió Mariano Rajoy, de nuevo muy duro y con su partido arropándole. "Ha puesto las instituciones al servicio de su supervivencia política y eso también se llama corrupción", remató, recibiendo la ovación de los suyos.
En síntesis, Rajoy reiteró los argumentos esgrimidos el miércoles en poco más de cinco minutos. "Votaremos no a su investidura, señor Sánchez. ¿No lo sabía? He hecho bien en recordárselo entonces", comenzó su intervención. Para el presidente del PP, la oferta del PSOE, apoyada por Ciudadanos, llevaría al país a los infiernos. “Nada de lo que nos ha ofrecido es lo que precisa España”, afirmó, para a renglón seguido poner el acento en las versiones contradictorias de Sánchez y Albert Rivera sobre el pacto firmado. "Cada cual interpreta a la carta, arrimando el ascua a su sardina", ironizó. Pero llegó a una conclusión: “Pretenden la demolición de la obra del PP, estamos ante una auténtica contrarreforma".
Así las cosas, Rajoy auguró la vuelta a la España de 2011, cuando la prima de riesgo copaba las portadas, en caso de que Sánchez y Rivera se salieran con la suya. "Lo que hay que corregir es lo que no funciona. Lo contrario se llama síndrome de Adán, algo propio de mentalidades inmaduras que piensan que el mundo comienza cuando llegan ellos", avisó. Y pasó al ataque, acusando al líder socialista de protagonizar un “un fraude, un engaño, una farsa”.
En el fondo, volvió a ser durísimo con Sánchez, recibiendo los aplausos de su bancada. Estuvo cómodo de nuevo. Le acusó de aportar un "brillante y democrático" argumento para intentar ser presidente, y que se basó en que cualquier idea de las formaciones de izquierda, por mala que sea, siempre será mejor que una del PP. “Toma democracia, eso tiene un nombre y es muy feo. Eso se llama sectarismo", enfatizó.
"Ha tenido su oportunidad y la ha desperdiciado", concluyó Rajoy refiriéndose a Sánchez. Y apuntó a nuevas elecciones el día 26 de junio por "su cerrajón y su sectarismo". Un escenario al que prácticamente se apunta todo el PP, aunque la próxima semana el presidente en funciones descolgará el teléfono y llamará a sus interlocutores en el PSOE y Ciudadanos. Mientras, este mismo sábado, protagonizará un mitin al uso y se dará un típico paseo de campaña en Salamanca. “Vamos a elecciones”, según la dirección nacional.