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Felipe González responde a Pablo Iglesias: "Es un autorretrato de rabia y odio"

El expresidente del Gobierno, acusado por Podemos de tener las "manos manchadas de cal viva", dice que "el país necesita soluciones y no odio".

Con una sonrisa y un rictus relajado, ha acudido el expresidente del Gobierno, Felipe González, al Instituto Cervantes a la celebración de un homenaje al escritor Gabriel García Marquez. Junto a Pedro Sánchez, quien ha evitado hacer declaraciones, el expresidente ha querido pararse ante las decenas de cámaras y periodistas para responder al líder de Podemos, Pablo Iglesias, que este miércoles lo acusó de tener "las manos manchadas de cal viva", en referencia a los GAL y la muerte de Lasa y Zabala.

González opinó que las palabras de Pablo Iglesias parecían "un magnífico autorretrato de él mismo". Preguntado por Libertad Digital si era un retrato de su voluntad de no pactar con el PSOE, respondió diciendo: "No, no, no... en eso no me meto. No sé por qué tiene esa carga de rabia y odio dentro, ¿no? Yo creo que debería serenarse y no estar tan sobrecargado".

No quiso entrar en el escenario de la gobernabilidad de España y la mano tendida del PSOE a Podemos de cara a lograr su abstención, pero veladamente sí asumió el argumentario socialista al hacer una referencia velada a la 'pinza' entre el PP y Podemos, como en sus tiempos pretéritos hizo IU: "Yo sé que es (Iglesias) buen discípulo de Anguita, pero debería serenarse. El país necesita respuestas a los problemas de los ciudadanos y no necesita ni rabia ni odio".

Una referencia velada a las necesidades para el Gobierno de España en las que no quiso ahondar al ser preguntado por las presiones del PSOE a Podemos, pero sí quiso dejar claro que no se sintió ofendido: "A estas alturas... según mi madre cumplo hoy setenta y cuatro años, edad para callar en opinión de Monedero", fundador de Podemos, "y según mi padre me quedan dos días. ¿A estas alturas me voy a ofender de eso?". Y añadió: "Además, para que alguien te ofenda tiene que tener...". Y ahí lo quiso dejar González.

Un día después de que Pedro Sánchez recibiera el consejo de Iglesias de que "se aleje de Felipe", el líder del PSOE ha querido escenificar, de cara a la militancia socialista, su apoyo al expresidente del Gobierno después de una defensa en el Congreso que algunos sectores califican de "tibia". Llegaron juntos, posaron juntos -dos veces- ante los medios y quisieron escenificar -ambas partes- que no hay fisuras ante los desplantes de Podemos.

Aunque, en su fuero interno, Felipe González tenga su opinión personal sobre la tibia defensa que de él ha hecho el secretario general a quien el expresidente pidió apoyar "como cultura de partido" en la mayor crisis de su liderazgo.

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