El PP cree que Pedro Sánchez se lo ha puesto muy fácil a Mariano Rajoy. "Ha sido el discurso de un tonto solemne", contestó un ministro poco después de que concluyera el candidato a presidente. Incluso antes, el partido ya se lanzaba al ataque. "Mediocre y flojo", fue el resumen al más alto nivel, pese a que públicamente Rafael Hernando volvió a ofrecer una gran coalición liderada por Rajoy, aunque sin renunciar a calificar de "petulante" al líder socialista.
Ministros y altos cargos vieron tan poca talla en Sánchez que en ocasiones se mostraron aliviados: "No parecía que estuviéramos ante uno de los debates más importantes de España", adujo un miembro del entorno del presidente en funciones. Pese a que el Grupo Popular barajó que Rajoy reuniera a diputados y senadores nada más terminar Sánchez, finalmente se optó porque se reservara para el miércoles, cuando intervendrá a primera hora. "No merecía la pena", se deslizó, mientras Hernando convocaba a los medios en el escritorio del Congreso. El líder del PP entró y salió sin hacer declaraciones a los periodistas.
En paralelo, en los pasillos, el partido se dedicó a dejar en evidencia la intervención de Sánchez, tanto en la forma como en el fondo. "Visto lo visto, no sé de qué nos quejamos", tiró de ironía un parlamentario, en ocasiones muy crítico con Rajoy. "Pueril y patético (…) Voluntarista y sectario", contestaba vía mensaje de texto un vicesecretario, aún con Sánchez en la tribuna de oradores. "Está en bucle de topicazos cursis", añadió otro integrante de la dirección, todavía con el líder socialista hablando.
Nada más concluyó, hubo desbandada de los cargos populares. Y siguieron las críticas, también en el fondo, con Albert Rivera como afectado. "Está siendo un discurso muy incómodo para Ciudadanos: más impuestos, derogación de la reforma laboral y todo sin memoria económica", se avisó desde el entorno de Rajoy. La ausencia de esa memoria económica rápidamente llegó a los dirigentes en forma de argumentario interno. "¡No sabemos de dónde va a sacar el dinero!", incidió un portavoz, no sin añadir que Ciudadanos es "rehén" del PSOE ya que "ha firmado el acuerdo".
El PP también se desternilló ante el hecho de que a Sánchez se olvidara "de las viejas diputaciones" y distribuyó una fotografía en la que se observaba a los líderes sindicales prestando más atención a sus móviles que la intervención del socialista. "El señor Sánchez ha pasado del no, no y no, al yo, yo y yo. Nunca he visto tanta petulancia en un debate de investidura como la que he visto en el señor Sánchez", destacó Hernando, que le acusó de protagonizar "el primer mitin de una campaña en la que él está comprometido". "La culminación de un fraude cuando no un burdo timo o engaño", en palabras del portavoz del Grupo Popular, encargado de fijar oficialmente la posición del silente Rajoy.
En todo caso, este miércoles, Rajoy insistirá en la gran coalición, y su entorno no descartó algún golpe de efecto en forma de anuncios. Si bien, más allá de ello, el PP ya estaba pensando en el día después. "Tengo la sensación de que, por mucho que le pese al señor Sánchez, la próxima semana seguiremos hablando del Gobierno, de cómo formar gobierno", destacó Soraya Sáenz de Santamaría. En efecto, tras el "fracaso" de Sánchez, el presidente en funciones ya desveló que le llamará para ofrecerle su pacto de gran coalición. Pero en Moncloa son muy pesimistas, y de ahí que en privado no se deje de apuntar a nuevos comicios en junio. "Rajoy no irá en la investidura si no tiene los apoyos necesarios y, para eso, el PSOE es imprescindible".