Cristina Cifuentes es el futuro del PP de Madrid. Así lo entienden prácticamente todas las fuentes consultadas por este diario y, lo que es más importante, así lo prevé la dirección nacional, con María Dolores de Cospedal al frente. En todo caso, el primer paso será montar una gestora, a la espera de celebrar un congreso regional que está parado por orden de Mariano Rajoy.
El presidente, como cada lunes, reunirá al comité de dirección en la sede nacional. Y será entonces cuando se tomen las primeras decisiones. "Seguramente, habrá una gestora", adelantó un integrante de la cúpula, a la espera del aval de Rajoy. No quiso precisar el nombre de quién dirigirá ese órgano itinerante, que controlará el partido hasta que se celebre el cónclave.
Tras anunciar su dimisión, Esperanza Aguirre precisó que existen dos salidas. Nombrar una gestora o convocar una Junta Directiva regional y elegir, estatutos en mano, a un nuevo líder. Esa segunda vía permitió hace unos días a Xavier García Albiol convertirse en coordinador general del PP catalán, que sigue dirigiendo Alicia Sánchez Camacho.
En el PP de Madrid, la opción de la Junta parece completamente descartada. La propia Aguirre puso el acento en que el tiempo de los dedazos ya ha pasado y es el momento de abrir el partido a la militancia mediante la fórmula de un militante y un voto. Cifuentes también se ha expresado en términos parecidos.
La presidenta de la Comunidad de Madrid cuenta con el respaldo prácticamente de todos, pese al distanciamiento con Aguirre. La relación con Rajoy y Cospedal es buena, y ha despertado la ilusión de buena parte de la militancia, entre otras cosas por su dureza contra la corrupción. Su ascenso político es tal que es habitual en las quinielas para presidir la formación a nivel nacional en caso de que el líder dé un paso atrás.