La primera sesión de control en la cámara regional catalana no ha sido fácil para Carles Puigdemont. El grupo de Junts pel Sí, formado por ERC y CDC, se ha pasado los últimos días difundiendo la tesis de que el calendario de 18 meses para proclamar la independencia catalana es impracticable, imposible y utópico.
Puigdemont ha comenzado a ejercer sus funciones con cautela, marcado al hombro por Artur Mas, que controla las riendas del partido y no ha dado por acabada su carrera política. El nuevo gobierno autonómico se resiste a cumplir los plazos. Hay más de medio centenar de nuevos altos cargos de la Generalidad que muestran un perfil pragmático. No reniegan de la "hoja de ruta", pero dilatan los plazos. La consigna es difundir la teoría de que se puede llegar a una independencia pactada, que hay que seguir con atención los movimientos de Pedro Sánchez y Podemos y que no hay que cerrar ninguna puerta.
Los antisistema de la CUP están en otra sintonía. No quieren caminos alternativos ni esperar a lo que suceda respecto al futuro Gobierno de España. La declaración de independencia y su calendario de año y medio es innegociable, de ahí que hayan impuesto el comienzo de los trámites de tres normas para "desconectar" con el resto de España. De tal manera, el registro del Parlament ha constatado la intención de la CUP y Junts pel Sí de emprender la redacción de tres leyes fundamentales del nuevo régimen nacionalista: transitoriedad jurídica, seguridad social y hacienda propia.
Tras la primera sesión de control, en la que la CUP se ha mostrado inflexible con el gobierno catalán, por la tarde los grupos de Junts pel Sì y de los antisistema han registrado la petición de tres ponencias para elaborar los antedichos proyectos de ley. Benet Salellas, diputado de la CUP, ha mostrado su satisfacción: "Estamos muy contentos de que se den pasos adelante, es la demostración de que en estos 18 meses se construye la república catalana".
A pesar de su teórica suficiencia, la "república catalana" mira a Madrid y depende en gran medida de lo que se acuerde en Podemos y en su versión catalana, En Comú Podem, respecto a las negociaciones emprendidas por Pedro Sánchez para formar gobierno. Nadie mueve fichas alternativas por el momento. La Fiscalía repara en Francesc Homs, el nuevo Duran en Madrid, y en su papel en el referéndum ilegal del 9 de noviembre de 2014 y la Audiencia Nacional investiga a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) por un delito de sedición.
Negociaciones entre Podemos y CDC
El desgobierno nacional facilita los pasos de la cámara autonómica para seguir adelante con su proceso de hechos consumados, golpe institucional y "desconexión" del resto de España. Movimientos de fondo delatan las conversaciones de Podemos con Democracia y Libertad, la marca blanca convergente en el Congreso, para forzar una negociación sobre un referéndum de autodeterminación en Cataluña, lo que podría ser el desatascador de un acuerdo para investir a Sánchez como presidente.