Convocatoria improvisada, rictus serio y un tono casi de enfado han sido los ingredientes de las declaraciones de Pedro Sánchez en el Senado. Un acto no previsto en la agenda con el que el líder del PSOE ha querido mostrar su rechazo y oficializar su respuesta a la oferta de Mariano Rajoy de buscar estabilidad en los gobiernos autonómicos a cambio de facilitar un Gobierno del PP.
"Lo que está haciendo es instrumentalizar y jugar con las instituciones. Y desde aquí le digo no. Un no rotundo. Desde luego con los gobiernos autonómicos y municipales no se juega. Y la desesperación del señor Rajoy no puede llevar a la instrumentalización" de estas instituciones.
Pero la respuesta no era sólo para Rajoy. Era un mensaje con dos destinatarios más. Primero, Felipe González y su supuesta preferencia de lograr una abstención del PSOE a un Gobierno PP/Ciudadanos. Sánchez obvió al expresidente del Gobierno y evitó pronunciarse sobre si ha mantenido alguna conversación con él al respecto. Pero dejó bien clara su negativa: "Yo lo que creo es que el partido de la Gürtel, de la corrupción en Valencia y Castilla-La Mancha, el partido de Bárcenas... no creo que haya ningún argumento para apoyarle por activa o por pasiva".
Y segundo, a Ciudadanos, a cuyo líder, Albert Rivera, ha lanzado una clara advertencia: "Cualquier partido que quiera regenerar este país tiene que cumplir una condición necesaria, y es que envíe al PP a la oposición" porque "su hedor por la corrupción empieza a ser insoportable".
Claridad de mensaje y rictus serio en una convocatoria improvisada en el Senado en la que la tensión en el PSOE se hacía visible en el semblante del secretario general del partido.
Continúa los contactos con los barones
A dos días del Comité Federal, Sánchez continúa con la ronda de contactos con los barones que emprendió el pasado lunes.
El manchego Emiliano García Page estará este miércoles por la tarde en Ferraz; mañana el valenciano, Ximo Puig, y la balear, Francina Armengol.
Llamativo el primer plantón: el asturiano, Javier Fernández, quien lideró la rebelión del último comité federal el 28 de diciembre, no acudirá a la llamada de Pedro Sánchez "por problemas de agenda". Se espera que Susana Díaz acuda el viernes al cuartel general del PSOE en el que continúa la guerra fría.