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La primera gran obra de Puigdemont: una ley contra el cambio climático

Ni la Hacienda propia, ni la Seguridad Social… la Generalidad anuncia una ley "de Estado" contra el cambio climático.

Desde luego nadie se lo esperaba. Y mucho menos los periodistas que estaban en la sala de prensa este martes y que atónitos preguntaban si ésta primera gran obra de Puigdemont siempre ha estado en las prioridades de su programa. Un anuncio de una " ley de Estado contra el cambio climático" que bien podría esconder un guiño a los partidos no separatistas con los que, por cierto, empezará a reunirse a partir de este miércoles en busca de apoyos a la desesperada para aprobar los presupuestos, temiendo un alejamiento con la CUP.

Sería la única forma de entender este movimiento fuera de la hoja de ruta independentista y que además entrará en vigor en 2018, por lo tanto, con un gobierno distinto al de Carles Puigdemont que en principio debería marcharse dentro de 18 meses.

Fuera del proyecto separatista pero que el nuevo gobierno, eso si, ha vendido como una "ley de visión ambiciosa de país" para contentar a los suyos. El primer texto "no concebido desde una autonomía" decía el consejero de Territorio Josep Rull y que persigue básicamente gravar las emisiones contaminantes de los automóviles. Reducir las emisiones de CO2 bajo los mismos criterios con los que trabaja la UE: el 25% en 2020 y un 80% o más en 2050.

El anuncio supondrá una recaudación de 75 millones de euros al año para el nuevo gobierno que ocupe el cargo de presidente en una hipotética Cataluña independiente. Preguntado por si teme que el Ejecutivo central lo lleve ante el Tribunal Constitucional, Josep Rull no lo ha descartado porque asegura que " el Gobierno español actúa en términos políticos no jurídicos" aunque él lo ve " plenamente constitucional".

Puigdemont busca apoyos

El sucesor de Artur Mas lleva solo dos semanas en el cargo pero sigue desconfiando de que el apoyo de la CUP sea suficiente para sacar adelante el resto de legislatura. También podría pasarle factura el anuncio de un nuevo partido de la alcaldesa Ada Colau al que están invitados a sumarse los antisistema. De momento, la Junta de Portavoces del Parlamento ha fijado dentro del orden del día del pleno de la semana que viene la votación de la prórroga de los presupuestos de 2015.

Una estrategia del nuevo ejecutivo que con la que intentará ganar tiempo para elaborar unas nuevas cuentas para las que necesita el apoyo puntual de otros grupos al margen de la CUP. Es lo que Puigdemont buscará en los próximos días en sus encuentros con la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, el del PSC, Miquel Iceta y la propia Ada Colau.

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