Los socialistas están noqueados. Una hora tardaron en Ferraz en decidir qué iban a hacer tras el anuncio de Mariano Rajoy de declinar su investidura tras su audiencia con el Rey. Pocos o ningún miembro de la dirección federal respondían al teléfono y ninguna valoración oficial "hasta que Rajoy no comparezca" para explicar una decisión que ha descolocado al PSOE por segunda vez en el mismo día. El PSOE no se lo esperaba, a pesar de los rumores previos que habían provocado el enfado de Pedro Sánchez el día anterior. "Si renuncia a la investidura, que se vaya a su casa", llegó a decir el líder del PSOE.
Tras muchas vacilaciones, los socialistas convocaron con quince minutos de antelación en Ferraz a una rueda de prensa del número dos, César Luena. Visiblemente molesto, el secretario de Organización calificó la decisión del presidente del PP como "una decisión más propia de un antisistema o de un trilero". Y dejó constancia de su estupefacción al reconocer que "no sabemos en qué consiste. No lo sabemos, si ha renunciado o no ha renunciado. Es el estilo Rajoy, dejar los problemas para más adelante y esconderse".
Cargó duramente contra esta renuncia "muy irresponsable" que, a su juicio, muestra a un presidente "derrotado y aislado" que "vuelve al plasma, a esconderse y no dar la cara". "Le exigimos que, de verdad, nos diga qué es lo que ha anunciado: si renuncia o no". Y si es así, defendió Luena "debe irse porque ha dimitido de ser presidente del Gobierno en funciones".
Con todas las miradas puestas en el PSOE, no pudo aclarar el número dos de la formación si el PSOE emprenderá este mismo fin de semana la negociación con Podemos. Tan sólo tiró de guión para aseverar que "el PSOE va a ser responsable con las instituciones y estaremos siempre disponibles respetando los tiempos y los procedimientos. Es un tiempo de diálogo y pluralidad y vamos a hablar con todos, también con el señor Rajoy", dijo ante la acusación en Moncloa, pero aclarando que "al partido que hoy ha sido imputado le vamos a votar que no. Al del inmovilismo le vamos a votar que no".
En clave interna, no quiso tampoco explicar si habrá cambios en el calendario orgánico y que "de momento" el comité federal del día 30 de enero se quedará donde está y que, atendiendo a la última resolución del citado órgano, queda constancia de la "disponibilidad del PSOE para que haya un cambio reformista en España".
Previamente, el presidente del Congreso, Patxi López, llegaba al Congreso desde la Zarzuela con cara de consternación. "Es su decisión", dijo tras la renuncia de Rajoy que aboca irremediablemente a "otra ronda" de negociaciones con el monarca Felipe VI.
"Están forzando elecciones"
La estupefacción es el estado de ánimo reinante a esta hora en el PSOE. Es la segunda vez en la misma jornada que pillan con el pie cambiado a Pedro Sánchez cuyos planes se han truncado de momento ante un giro de 180 grados en el escenario político. Un escenario que les perjudica, para empezar por los plazos. Ferraz contaba con un mes y medio de negociación para acercar posturas con Podemos y Ciudadanos, mientras se producían los dos intentos y fracasos del presidente del PP.
Las cosas no se le ponen fáciles al líder del PSOE
El movimiento de Rajoy le deja a Sánchez el primer turno en la investidura y la posibilidad de escenificar su primer fracaso, en lugar del de Rajoy. Todo en un día en el que se alejan las posibilidades de un pacto PSOE-Podemos tras la "humillación" e "insultos" de Pablo Iglesias a los socialistas, al líder del PSOE, y a sus votantes.
Es lo que interpretan las fuentes socialistas consultadas que hablan de una "jugada maestra" de un líder de Podemos que, "muy hábil políticamente", ha "elevado todas las líneas rojas, dinamitado la negociación" con el objetivo de "revolver aún más las aguas en el PSOE de cara al comité federal" del 30 de enero. En definitiva, "una voladura controlada" para dificultar al máximo ese pacto e, incluso, "forzar un adelanto electoral" a costa de humillar al PSOE como lo interpretan desde los territorios a la vieja guardia, pasando por los sectores más críticos del partido socialista.