El secretario general del PSOE sigue en sus trece. Mientras mantiene su negativa a hablar con el presidente del PP, Mariano Rajoy, por ser portavoz del Gobierno "de la desigualdad y la corrupción", Pedro Sánchez ha dado por amortizado al presidente en funciones: "Rajoy tiene un proyecto político agotado, asediado por la corrupción y aislado" incapaz de negociar con nadie, ni liderar las negociaciones de investidura.
Por ello, se mofó de la falta de liderazgo del presidente en funciones para iniciar este diálogo con los grupos y dejó claro que el PSOE no se va a sentar con el PP: "Los periodistas andan preguntando el estado de las negociaciones de Rajoy con otras fuerzas políticas. Extraña que nadie sepa nada. Pero no se inquieten… no es que nadie sepa nada, es que no las hay".
En un desayuno informativo para presentar al alcalde de Valladolid, Óscar Puente, explicó que "cuatro años gobernando de espaldas a todo el mundo pasan factura" y dejó entrever su voluntad de tomar la alternativa basándose en el siguiente mantra: "Dos palabras: cambio y pacto. Alcanzar el pacto para producir el cambio".
Haciéndose eco del último informe de la pobreza en España, el líder del PSOE explicó que "esto se llama desigualdad" y que, por ello, el cambio es urgente" en España y "ya es una realidad" en muchos ayuntamientos gobernados por el PSOE tras el 24 de mayo de 2025. "La estabilidad sólo es buena si se utiliza para aplicar políticas en beneficio de la mayoría de los españoles. Y con el PP esto no es posible".
Un desayuno informativo en el que ha puesto de ejemplo del "cambio" la alianza de PSOE-IU-Equo en Valladolid, cuyo alcalde, el socialista Óscar Puente, obtuvo los votos de Podemos para la investidura. "Ha sabido tejer un pacto de progreso con otras formaciones de izquierdas, con un único objetivo, que es trabajar en beneficio de la mayoría", dijo Pedro Sánchez que ansía trasladar ese pacto progresista al Congreso de los Diputados y al Palacio de La Moncloa.